La enfermedad renal crónica plantea un apremiante reto de salud mundial, ya que se calcula que afecta a 830 millones de personas en todo el mundo, de las cuales casi cuatro millones dependen de la diálisis al precisar tratamiento renal sustitutivo. Ahora, un ensayo internacional, realizado por el consorcio CONVINCE y dirigido por el University Medical Center (UMC) de Utrecht, concluye que la tasa de mortalidad entre los pacientes con insuficiencia renal puede reducirse mediante la utilización de la tecnología de hemodiafiltración de alto volumen frente a los tratados con hemodiálisis de alto flujo, la más comúnmente utilizada.
El estudio incluyó a un total de 1.360 pacientes de 61 centros de ocho países europeos, a los que se realizó seguimiento durante una media de 30 meses. De ellos, 683 recibieron hemodiafiltración de alto volumen y 677 hemodiálisis de alto flujo tres veces por semana. La tasa de mortalidad fue de 7,1 fallecimientos por 100 pacientes-año en el grupo aleatorio a hemodiafiltración, frente a 9,2 decesos por 100 pacientes-año en el grupo de hemodiálisis, lo que corresponde a una reducción relativa del 23%.
La hemodiálisis convencional de alto flujo, que utiliza la difusión para eliminar moléculas pequeñas y líquido de la sangre, representa la forma más prevalente de diálisis para tratar la insuficiencia renal. Por su parte, la hemodiafiltración de alto volumen incorpora técnicas tanto de difusión como de convección para eliminar moléculas más grandes y administrar la reposición de líquidos mediante convección.
Para el investigador principal del estudio, el profesor Peter Blankestijn, del UMC de Utrecht, «los resultados demuestran de forma inequívoca los beneficios para la supervivencia al utilizar la hemodiafiltración frente a la hemodiálisis en el tratamiento de la insuficiencia renal, una notable reducción del 23% en la mortalidad por cualquier causa. Soy optimista respecto a que la hemodiafiltración pueda convertirse en el nuevo estándar de atención».
El ensayo CONVINCE fue liderado por investigadores del UMC de Utrecht en colaboración con University College London (UCL), Charité Universitätsmedizin Berlin, University of Bari, The George Institute for Global Health, Imperial College London y los proveedores de diálisis Fresenius Medical Care, Diaverum y B. Braun Avitum.
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