Los efectos de la crisis ya están incidiendo claramente en el deterioro del sistema español de innovación. Como muestra el ‘Informe 2012 sobre Tecnología e Innovación en España’ elaborado por la Fundación para la Innovación Tecnológica (Cotec), el gasto español en investigación y desarrollo (I+D) «se ha estancado», con un crecimiento del 0,041% en 2010 –para un total de 14.588 millones de euros– con respecto a 2009 –14.582 millones de euros.

Además, según alerta el Informe, «el deterioro se mantendrá durante los próximos años». Y es que la tendencia de la I+D española de la última década, caracterizada por un crecimiento medio anual del 12% entre 2000 y 2008, ha virado bruscamente: el crecimiento en 2009 fue negativo, del -0,8% con respecto a 2008.

A este respecto los resultados avance de la ‘Estadística sobre actividades en I+D’ presentados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado mes de mayo indican que en 2011 también se habría producido un descenso del 4,1% del gasto en I+D con respecto a 2010.

Innovar para vencer la crisis

Para contrarrestar la actual situación económica, el Informe pone de manifiesto «la urgencia de impulsar la innovación y la I+D, ahora más que nunca, como pilares de un necesario nuevo modelo productivo de la economía española, tal y como están haciendo los principales países de nuestro entorno como Alemania, que va a aumentar este año un 5% sus recursos dedicados a I+D, o Francia, que se ha comprometido a destinar unos 35.000 millones de euros a estas actividades».

Por todo ello, Cotec concluye en su Informe que «se deben considerar los resultados de los importantes esfuerzos que se hicieron en la época de bonanza, que consiguieron crear un pequeño sistema de innovación que ha demostrado ser consistente y que es necesario conservar, porque tendrá que ser la base de nuestra competitividad futura; y hasta ahora, poco se ha hecho en este sentido, mientras que para países avanzados ésta ha sido y sigue siendo una prioridad».