La prevalencia de la diabetes y de la hipertensión ha aumentado de una forma notable en todo el mundo, hasta el punto de que, a día de hoy, una de cada 10 personas es diabética y hasta una de cada tres tiene elevadas sus cifras de presión sanguínea. Los datos derivan del informe ‘Estadísticas Sanitarias Mundiales 2012‘, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con la información aportada por 194 países.
Concretamente, el informe pone de relieve el creciente problema de la carga de enfermedades no transmisibles, destacando, entre otros muchos aspectos, la elevada prevalencia de la obesidad: el 12% de la población mundial es obesa, un problema que afecta muy especialmente a las mujeres.
Diabetes e hipertensión
En palabras de la Dra. Margaret Chan, directora general de la OMS, «este informe es una prueba más del dramático incremento de las condiciones que desencadenan las enfermedades coronarias y otras patologías crónicas, muy especialmente en los países en vías de desarrollo. De hecho, y mientras la mitad de la población adulta de algunos países africanos padece hipertensión, la prevalencia de la diabetes en algunas islas del Pacífico es de un 33%».
A este respecto, la OMS recuerda que la hipertensión arterial es un factor de riesgo cardiovascular directamente relacionado con el 51% de las muertes por ictus y con el 45% de los fallecimientos por causas cardiovasculares. Y de la misma manera, que la diabetes, en caso de no ser tratada, conduce al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal crónica y ceguera.
Obesidad
Por lo que respecta a la obesidad, cabe resaltar, como explica el Dr. Ties Boerma, director del Departamento de Estadísticas de Salud y Sistemas de Información de la OMS, «que su prevalencia se duplicó entre 1980 y 2008 en todas las regiones del mundo, hasta el punto de que a día de hoy 500 millones de personas son consideradas obesas».
El resultado es que, de acuerdo con las estimaciones de la OMS, el sobrepeso y la obesidad, dado que incrementan el riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer, causan cada año la muerte de 2,8 millones de personas.
Las tasas más elevadas de obesidad, de hasta un 26% en la población adulta, se localizan en el continente americano, donde el 62% de los habitantes padece sobrepeso. Por el contrario, el índice de obesidad en los países del sureste asiático es del 3%. Asimismo, el informe también ha constatado que la propensión a padecer obesidad es mayor en las mujeres en todas las regiones del mundo.
Buenas noticias
No todo son malas noticias. Como muestra el informe, la cifra de muertes en la población menor de 5 años se ha reducido desde los casi 10 millones del año 2000 hasta los 7,6 millones en 2008. La razón obedece principalmente a los avances logrados en la lucha contra el sarampión –un descenso de la tasa de mortalidad del 74%– y las enfermedades diarreicas.
Asimismo, el informe también muestra un descenso de la tasa de muertes de las madres durante el parto –unas 540.000 muertes en 1990 y menos de 290.000 en 2010–. A este respecto, la OMS advierte que un tercio de las muertes se localizan en solo dos países: India, con un 20% del total mundial, y Nigeria (14%).
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