Las mujeres que abandonan el hábito tabáquico pueden prolongar su vida hasta 10 años. Así lo muestra un estudio publicado en la revista ‘The Lancet‘, en el que se observa que las mujeres en torno a la treintena que dejan de fumar reducen en hasta un 97% su riesgo de muerte prematura.
En palabras del Dr. Richard Peto, de la Universidad de Oxford (Reino Unido) e investigador principal del estudio, «si las mujeres fuman como los hombres, morirán como los hombres; pero tanto las mujeres como los varones que dejan de fumar antes de llegar a la mediana edad ganan 10 años de vida».
Estudio con 1,3 millones de mujeres
Para llevar a cabo este trabajo de investigación, los investigadores analizaron los datos del ‘Million Women Study‘, llevado a cabo entre los años 1996 y 2001 con la participación de 1,3 millones de mujeres británicas con edades comprendidas entre los 50 y los 65 años.
Todas las participantes cumplimentaron un cuestionario sobre estilo de vida y distintos factores médicos y sociales. Los investigadores eran informados cuando una participante fallecía, así como de la causa de la muerte, y durante el período de seguimiento –12 años–, 66.000 participantes fallecieron.
Ni un solo cigarrillo
En un principio, el 20% de las participantes del estudio eran fumadoras, el 28% ex fumadoras y el 52% nunca había fumado. A los tres años de estudio, momento en el que se realizó una segunda encuesta, aquellas participantes que no habían dejado de fumar tenían una probabilidad casi tres veces mayor de morir que las no fumadoras durante los siguientes nueve años.
Y es que dos terceras partes de todas las muertes que se produjeron en el grupo de fumadoras en su quinta, sexta o séptima década de vida fueron causadas por el tabaco –entre otras enfermedades, por el cáncer de pulmón, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y las enfermedades cardio y cerebrovasculares.
Como destacan los autores, «los riesgos aumentan considerablemente con la cantidad de cigarrillos consumidos pero incluso aquellas que fumaban tan solo un único cigarrillo diario al inicio del estudio tenían el doble de riesgo de morir que las no fumadoras».
Dejarlo en la treintena
Las fumadoras que dejaron de fumar alrededor de los 30 años de edad evitaron en un 97% el riesgo de muerte prematura. Y si bien el riesgo continuó siendo excesivo durante décadas entre aquellas que fumaron hasta los 40 años, aquellas que continuaron fumando después de los 40 fueron las que tuvieron la mayor tasa de mortalidad.
Como explica el Dr. Richard Peto, «tanto en Reino Unido como en Estados Unidos, las mujeres nacidas alrededor de 1940 fueron la primera generación que comenzó a fumar un número considerable de cigarrillos a lo largo de la vida adulta. Por lo tanto, solo en el siglo XXI se pueden observar directamente todos los efectos del tabaquismo prolongado sobre la mortalidad prematura en la población femenina».
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘The Lancet’?