Los alimentos ecológicos, productos orgánicos que no han recibido ningún tratamiento químico de síntesis durante su desarrollo, no aportan más beneficios o suponen un menor riesgo para la salud que sus homónimos convencionales. Como muestra un metaestudio (estudio comparativo de otros estudios anteriores) publicado en la revista ‘Annals of Internal Medicine’, y cuando menos a día de hoy, no existe ninguna evidencia científica que avale que este tipo de alimentos tengan una mayor cantidad de nutrientes ni sean más saludables.

En palabras del Dr. Alan Dangour, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido) e investigador del estudio, «los consumidores eligen alimentos orgánicos por varias razones, como pueden ser la preocupación por el medio ambiente o el bienestar de los animales; sin embargo, nuestros resultados demuestran que, actualmente, no hay diferencias convincentes en el contenido de nutrientes o los beneficios para la salud entre los alimentos orgánicos y los convencionales».

Similares salvo en nitrógeno

Para llevar a cabo su estudio, los autores revisaron 17 investigaciones en las que se comparaban los consumidores de productos ecológicos frente a los de alimentos convencionales y 223 estudios en los que se analizaban los niveles de nutrientes, bacterias, hongos y pesticidas de diversos alimentos –entre otros, frutas, verduras, cereales, carne, leche y huevos.

El principal problema de todos estos estudios es que, si bien fueron llevados a cabo con seres humanos, en ningún caso superaron los dos años de duración, «por lo que no es posible obtener conclusiones sobre el impacto a largo plazo del consumo de estos alimentos sobre la salud», explican los investigadores. Además, la evidencia disponible es débil y altamente variable, «lo que no resulta sorprendente dadas las variables que interviene, como el clima y el tipo de tierra».

En consecuencia, los resultados muestran que, en el caso de las frutas y las verduras, las cantidades de vitaminas resultan similares tanto para las ecológicas como para las convencionales. Y en el de la leche, se observa una cantidad similar de proteínas y grasa –si bien algunos estudios aluden a que la ecológica tiene más ácidos grasos omega-3.

La única diferencia se observó en relación con el contenido de nitrógeno, mayor en los alimentos ecológicos. La razón podría ser por el uso o no de fertilizantes y la distinta madurez de la cosecha, «pero en cualquier caso, es poco probable que esta diferencia ofrezca algún beneficio para la salud«, sentencian los autores.

Ya mostrado previamente

Los resultados del estudio coinciden con los alcanzados en la investigación llevada a cabo en 2009 por la Agencia de Estándares Alimenticios (FSA) del Reino Unido, que concluyó que las diferencias en el nivel de nutrientes de alimentos ecológicos y convencionales no es suficientemente grande para resultar relevante para la salud.

Como apunta la Dra. Crystal Smith-Spangler, de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) y autora principal del estudio, «hay quienes creen que la comida orgánica es siempre más sana y más nutricional pero debe tenerse en cuenta que no hay muchas diferencias entre los alimentos orgánicos y los convencionales; esperemos que esta evidencia sea útil para los consumidores».