El Grupo Español de Hematogeriatría (GEHEG), de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), ha celebrado su workshop anual, en el que ha reunido a los principales expertos en Hematogeriatría del ámbito nacional. En esta edición, el programa ha estado centrado en las novedades en el tratamiento de patologías oncohematológicas como el linfoma y el mieloma, y el papel de la nutrición, el ejercicio físico o la de prescripción en el paciente de edad avanzada.
Mónica Ballesteros, presidenta del grupo y hematóloga del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, destaca: “En España, se está comenzando a considerar la fragilidad del paciente de edad avanzada como una variable más en los ensayos clínicos, evitando inferencias basadas sólo en la edad o las comorbilidades».
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Durante el encuentro, se ha subrayado que las nuevas modalidades terapéuticas, como los anticuerpos biespecíficos aprobados para mieloma múltiple y linfoma, ya no presentan límites de edad, a diferencia del trasplante de progenitores hematopoyéticos o la quimioinmunoterapia a dosis plenas. Según los expertos, «tanto la inmunoterapia CAR-T como los anticuerpos biespecíficos pueden administrarse a pacientes de edad avanzada con resultados no inferiores a los de los adultos jóvenes».
Los expertos en Hematogeriatría señalan que es importante tener en cuenta el impacto de estas terapias sobre la fragilidad del paciente, “por lo que hemos de valorarla, prehabilitarla y rehabilitarla en la medida de lo posible”, concluye la doctora Ballesteros. Estas medidas incluyen la desprescripción, nutrición y ejercicio físico individualizados para cada paciente. En este sentido, durante la reunión se ha destacado la necesidad de que haya más geriatras en el momento actual: “la falta de geriatras es una realidad para valorar la fragilidad de todos nuestros pacientes hematológicos, cuando las nuevas modalidades terapéuticas hacen que sea necesario valorarla. Ya no es tan necesaria para decidir o adaptar el tratamiento como lo podría ser en la época de la quimioterapia, pero sí para identificar los dominios deficitarios e intervenir sobre ellos”.
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Las enfermedades hematológicas, los tratamientos y el propio envejecimiento de los pacientes deterioran su estado nutricional y la capacidad funcional. Ambos forman parte del estado de salud de la persona, por lo que es esencial que los profesionales de estas disciplinas trabajen de forma coordinada. “Necesitamos realizar alianzas con farmacia, nutricionistas, educadores físicos deportivos y por supuesto enfermería. El deterioro de nuestro estado nutricional y de nuestra capacidad funcional forma parte de nuestro envejecimiento, si lo cuidamos con una buena dieta y con ejercicio físico podemos incrementar nuestra resiliencia”, concluye Mónica Ballesteros.