Un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Diego (EE.UU.) ha desarrollado una posible herramienta capaz de predecir la probabilidad de propagación del cáncer de mama en sus primeras etapas. El descubrimiento, publicado en la revista Cell Reports, se basa en la evaluación de la «adherencia» de las células tumorales y podría permitir a los médicos identificar a pacientes de alto riesgo y personalizar sus tratamientos con mayor precisión.

El hallazgo ha sido posible gracias a un dispositivo microfluídico diseñado específicamente para analizar cómo se adhieren las células tumorales a determinadas superficies. Al examinar este parámetro, los científicos han observado que las células provenientes de cánceres agresivos son menos adherentes, mientras que las de tumores menos agresivos presentan una mayor adherencia. Este avance podría mejorar significativamente la toma de decisiones clínicas en la lucha contra el cáncer de mama.

Cómo funciona el dispositivo

El innovador dispositivo funciona impulsando células tumorales a través de cámaras llenas de líquido y clasificándolas en función de su capacidad de adherirse a las paredes de estas cámaras. Durante los ensayos, los investigadores encontraron que las células tumorales con menor adherencia tendían a ser más agresivas y con mayor probabilidad de diseminarse a otros tejidos, mientras que las células más adherentes estaban asociadas con tumores menos invasivos.

“Lo que pudimos demostrar es que la propiedad física de la adhesión celular podría ser una métrica clave para clasificar la agresividad de los cánceres de mama en etapa temprana”, explica Adam Engler, autor principal del estudio y profesor en la Escuela de Ingeniería Jacobs de la UC San Diego. “Si logramos mejorar las capacidades de diagnóstico con este método, podríamos personalizar mejor los planes de tratamiento en función del tipo de tumor que tenga cada paciente”.

cáncer de mama

Un avance clave en el diagnóstico del carcinoma ductal in situ (CDIS)

El equipo de investigación ha enfocado su estudio en el carcinoma ductal in situ (CDIS), una forma temprana de cáncer de mama que puede evolucionar hacia un tumor invasivo. Actualmente, las decisiones clínicas en estos casos se basan principalmente en el tamaño y el grado del tumor, factores que no siempre permiten predecir con precisión su comportamiento futuro.

“Contar con un mecanismo que permita predecir mejor qué CDIS se comportará de manera agresiva podría ser clave para optimizar los tratamientos”, señala la investigadora Wallace, coautora del estudio. “No queremos aplicar terapias agresivas innecesariamente, pero tampoco podemos dejar de actuar cuando el tumor tiene un alto potencial invasivo. La personalización de la terapia es esencial”.

Pruebas y próximos pasos en la investigación

Los resultados mostraron que las células de cáncer de mama agresivo eran débilmente adherentes, mientras que las de tejidos normales presentaban una fuerte adhesión. Los tumores CDIS mostraron niveles intermedios de adhesión, aunque con una variabilidad significativa entre pacientes.

Para confirmar sus hallazgos, el equipo de la UC San Diego planea hacer un seguimiento a pacientes con CDIS durante los próximos cinco años. El objetivo es evaluar si la fuerza de adhesión de las células tumorales se correlaciona con la progresión metastásica. Si la hipótesis se confirma, el dispositivo podría convertirse en una herramienta clave para que los oncólogos puedan determinar qué pacientes requieren tratamientos más agresivos y cuáles pueden beneficiarse de estrategias menos invasivas.

“Nuestra esperanza es que este dispositivo nos permita identificar con precisión a los pacientes con mayor riesgo de metástasis y actuar antes de que el cáncer se disemine”, concluye Engler. De confirmarse su eficacia, esta tecnología podría revolucionar la forma en que se diagnostica y trata el cáncer de mama en etapa temprana, ofreciendo un enfoque más personalizado y eficaz para cada paciente.