En palabras del responsable del equipo, el Dr. Mats Brannstrom, «las intervenciones, que se han llevado a cabo sin complicaciones, han sido realizadas por más de un decena de cirujanos que se habían entrenado juntos en el procedimiento durante varios años; y las mujeres receptoras de los nuevos úteros están bien, mientras que sus madres, ya levantadas y caminando, recibirán el alta hospitalaria dentro de pocos días».
Las receptoras, cuya identidad ha permanecido en el anonimato, recibieron el trasplante dado que una había sido sometida a una histerectomía –extirpación del útero– años atrás debido a un cáncer de cuello uterino y la otra había nacido sin él.
Funcionalidad restablecida
Los especialistas han manifestado que la calidad del útero era controlada por los ovarios y las hormonas, por lo que, cuando menos teóricamente, el útero posmenopáusico trasplantado podría albergar un bebé.
Como ha explicado una de las receptoras del trasplante, identificada únicamente con el nombre de Anna, «algunos criticarán la intervención en términos éticos, pero para mí implica restaurar una función del cuerpo que me había sido privada por un cáncer».
Así, y si bien no existen garantías de que a partir del trasplante pueda ser capaz de concebir, «se trata de una oportunidad maravillosa, y si funciona será un plus encantador», ha concluido la paciente.