Una de cada 20 personas padecerá un cáncer colorrectal a lo largo de su vida. La buena noticia es que es uno de los pocos tumores que se puede diagnosticar muy precozmente y mucho antes de que la persona note algún síntoma. De hecho, si se detecta a tiempo se puede curar en el 90% de los casos.
Los modelos aceptados por la comunidad científica internacional para la detección precoz o cribado del cáncer colorrectal son fundamentalmente dos: el test de sangre oculta en heces (TSOH) y un examen directo del interior del colon mediante colonoscopia.
Ambos métodos son efectivos para detectar tanto el cáncer como las lesiones precursoras del mismo (adenomas, más conocidos como pólipos) y, por tanto, para prevenir la aparición del cáncer y reducir el número de personas diagnosticadas en fase avanzada.
Por vez primera
Sin embargo, hasta la fecha, nunca se habían comparado directamente las ventajas e inconvenientes de utilizar uno u otro método en la lucha contra el cáncer de colon y recto, en especial su aceptación por parte de la población de riesgo, hombres y mujeres de 50 a 69 años.
Ahora, un estudio –financiado por el Instituto de Salud Carlos III y por la AECC, miembro activo de Somos Pacientes– ha certificado que la tasa de detección de tumores malignos de la colonoscopia y del análisis de sangre en heces es muy similar, pero no así de adenomas, donde la colonoscopia sería más eficaz.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el test de sangre oculta en heces es, frente a la colonoscopia, no invasivo, más barato, sencillo, no requiere de una preparación especial, detecta los mismos carcinomas y, además, selecciona a la población que sí debe hacerse una colonoscopia.
60.000 participantes
Un total de 60.000 personas de ocho comunidades autónomas españolas (Aragón, Canarias, Cataluña, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco y Valencia) han participado durante cuatro años en este proyecto de investigación dirigido por los doctores Antoni Castells y Enrique Quintero.
La población seleccionada para su participación incluyó a hombres y mujeres entre 50 y 69 años que no presentaban síntomas y que no contaban con ningún criterio de exclusión, como haberse hecho previamente una colonoscopia, padecer una enfermedad importante o estar operado de colon, entre otras. El estudio reveló también que los participantes eran más proclives a participar en un programa de cribado basado en el test de detección de sangre en heces que en aquel basado en la colonoscopia.
Las conclusiones de este trabajo de investigación han sido publicadas por la revista estadounidense ‘The New England Journal of Medicine‘.
– En Somos Pacientes hemos creado un foro sobre el cáncer en el que pacientes y familiares pueden compartir opiniones y experiencias.