Un panel de expertos externos de la Agencia Reguladora del Medicamento de Estados Unidos –la Food & Drug Administration (FDA)– ha recomendado, por primera vez en la historia, la aprobación de un fármaco para prevenir la infección por el VIH (virus de inmunodeficiencia humana) en personas en riesgo de contraer el virus.

Ante la decisión favorable del panel –13 votos a favor y 9 en contra–, la FDA deberá tomar próximamente (probablemente en junio) la decisión de aprobar o rechazar la recomendación de Truvada (combinación de tenofovir y emtricitabina de la compañía farmacéutica Gilead) como primer medicamento para el control de la infección por VIH.

Concretamente, la recomendación del panel se restringe a los siguientes grupos de riesgo: hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres; personas que mantienen relaciones con pacientes infectados por el VIH; y, en general, personas en riesgo de contraer el virus por transmisión sexual. Por tanto, y a la espera de nuevos datos sobre eficacia, el panel no considera que deba ser aprobado para su uso en la población general.

Controversia

La recomendación de la aprobación del fármaco para prevenir la infección por VIH ha generado una gran controversia. Así, el Dr. Wood Lauren, del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI), considera que el fármaco no ha sido suficientemente probado en toda la población, muy especialmente en la afroamericana, donde podría inducir considerables trastornos renales.

A ello se aúnan las posible repercusiones educativas que, reconocidas por el propio panel, conllevaría la aprobación. No en vano, y como manifiestan diversas ONG y asociaciones de pacientes, “podría desalentar el uso del condón y ofrecer falsas esperanzas a las personas sanas”. Y es que el uso ‘esporádico’ del fármaco –“la gente sólo tomará el fármaco cuando crea que lo necesita”, argumentan las ONG– aumentaría el peligro de la creciente resistencia.

Sea como fuere, en Estados Unidos conviven 1,2 millones de pacientes con VIH/sida, con cerca de 50.000 nuevos casos cada año. Y según apunta el John Mellors, jefe de la División de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos), “si se toma, funciona; además, las intervenciones existentes no han reducido el número de nuevas infecciones cada año y las nuevas medidas son necesarias”.