Este martes, 3 de marzo, se celebra el Día Internacional del Cuidado del Oído y la Audición, una efeméride impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el año 2007 para concienciar a la población sobre la importancia de la salud auditiva y prevenir la pérdida de audición. No en vano, la pérdida de audición constituye a día de hoy la discapacidad sensorial más prevalente en todo el mundo.

En la presente edición, la efeméride se celebrará bajo el lema ‘Escuchar sin riesgos’, con el que la OMS quiere llamar la atención sobre “el problema creciente de la pérdida de audición inducida por el ruido. Un lema con el que queremos alertar que millones de adolescentes y jóvenes se encuentran en riesgo de pérdida de audición debido al uso inseguro de dispositivos personales de audio –incluidos los smartphones– y a la exposición a niveles dañinos de sonido en lugares de ocio ruidosos como, entre otros, los bares, las discotecas y los eventos deportivos”.

Y un lema, asimismo, puntualiza la OMS, “con el que se destaca cómo la pérdida de audición tiene efectos devastadores sobre la salud tanto física como mental, la educación y el empleo”.

La fecha elegida para este Día Internacional, 3 de marzo –o 3-3, representativo de las dos orejas–, fue propuesta en el marco de la I Conferencia Internacional para la Prevención y Rehabilitación del Déficit Auditivo organizada por la OMS en el año 2007 en Pekín (China).

Audición responsable y segura

En torno a un 5% de la población mundial padece problemas de audición. Y del total de más de 275 millones de personas sordas o con defectos de audición, “hasta 43 millones son personas con edades entre los 12 y los 35 años”, advierte la OMS.

Es más; según las estimaciones de la Organización, en torno a 1.100 millones de adolescentes y jóvenes de todo el mundo podrían estar en riesgo de sufrir pérdida de audición debido a prácticas auditivas perjudiciales.

Concretamente, y por lo que respecta a los países de ingresos medianos y altos, “casi el 50% de la población joven y adolescente está expuesta a niveles de ruido perjudiciales a consecuencia del uso de dispositivos de audio personales como reproductores de MP3 y smartphones. Y además, en torno a un 40% está expuesta a niveles de ruido potencialmente nocivos en discotecas y bares”, apunta la OMS.

En consecuencia, y dado que “la pérdida de audición provocada por el ruido es irreversible”, la Organización aboga por una “audición responsable y segura. Para ello, y teniendo en cuenta que los niveles de exposición admisibles se han calculado para entornos laborales y se han extrapolado a entornos recreativos, se considera que 85 decibelios (dB) durante un máximo de 8 horas es el nivel máximo de exposición sin

Riesgos”.

Así, y dado que el tiempo máximo admisible disminuye a medida que aumenta la intensidad del sonido, se considera que un ruido que alcance los 100 dB únicamente se puede escuchar sin riesgo durante 15 minutos al día. Y en este contexto, concluye la OMS, “el volumen de salida de los dispositivos de audio personales puede oscilar entre los 75 dB y los 136 dB; los niveles medios de ruido en bares y discotecas pueden oscilar entre los 104 dB y 112 dB, resultado aún mayores en los conciertos de música rock y pop; y los niveles de ruido en las instalaciones deportivas oscilan entre los 80 dB y los 117 dB”.

Para más información sobre la campaña ‘Escuchar sin riesgos’ de la OMS, clica aquí.

– A día de hoy, 74 asociaciones de pacientes dedicadas a la discapacidad y a la dependencia son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y al tuya?