Como explica la SEPAR, «el conocimiento de los prescriptores –esto es, los facultativos– sobre inhaladores y técnicas de inhalación sigue siendo insuficiente en España; distintos estudios demuestran que los profesionales sanitarios deben de estar incluidos en programas de educación, pues al mejorar la técnica contribuyen a mejorar el cumplimiento y alcanzar la eficacia terapéutica deseable».» En definitiva, el consenso entre el profesional sanitario y el paciente facilita la adherencia al tratamiento», concluye la sociedad.
Para ello, y en palabras Esperanza Sánchez, del Área de Enfermería y Fisioterapia de la SEPAR y coordinadora de la obra, «el libro aporta trabajos, estudios, conocimientos e información de los nuevos avances en dispositivos para que se pueda mejorar la Educación Sanitaria de los pacientes y la realización óptima de la inhalación, técnica que como profesionales reconocemos como la más rápida, sencilla y eficaz«.
Situaciones anecdóticas
Entre otros aspectos, el libro presenta numerosas anécdotas sobre el uso de los inhaladores en la práctica clínica real, caso de los pacientes que los utilizan sin destaparlos o que los presionan demasiadas veces y, en consecuencia, inhalan una dosis excesiva.
Y ante esta situación, como apunta Esperanza Sánchez, “el profesional debe de informar claramente de las ventajas e inconvenientes de cada sistema; el dispositivo debe ser de uso y mantenimiento sencillo, resistente y que permita controlar las dosis inhaladas y las restantes”.
No en vano, la educación debe entenderse como un proceso progresivo y continuado, «!por lo que no se puede sobrecargar al paciente con un exceso de información y, además, el lenguaje debe ser sencillo y directo con mensajes claros que se repitan constantemente», concluye Esperanza Sánchez.
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