En total, y tras visionar más de 1.400 filmes, las marcas de tabaco aparecieron en 500 ocasiones. Y las de bebidas alcohólicas, en 2.433. «Unos resultados preocupantes, más aún cuando muchas películas muestran que todas las ocasiones son ideales para tomar una copa«, refiere el doctor David Jernigan, de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore (Estados Unidos).Menos tabaco, más alcohol
La razón por la que las marcas de tabaco aparecen con una menor frecuencia en las películas se explica por el acuerdo establecido en 1998 entre las compañías tabacaleras y el gobierno de Estados Unidos para limitar su presencia. Así, las apariciones han disminuido progresivamente: de 54 a 98 anuales en los años previos a 2000 a menos de 22 anuales después de 2006. La tendencia, además, es similar en las películas para públicos más mayores.
Y una tendencia, sin embargo, que no se observa en las apariciones de las marcas de bebidas alcohólicas o en el tiempo de consumo en pantalla. De hecho, las escenas han sido cada vez más numerosas, pasando de 80 a 145 anuales en las películas recomendadas para menores de 13 años.
Así, lamenta el doctor Jernigan, «se sugiere a los jóvenes espectadores que el alcohol es mucho más común de lo que realmente es, y no hemos de olvidar que los jóvenes son especialmente vulnerables al mensaje, que no es sino que el consumo está en todas partes».
Como concluye la doctora Elaina Bergamini, directora de la investigación, «los niños que ven fumar en las películas tienen más probabilidades de comenzar a fumar. Por ello, hay cierta preocupación de que esto también pueda ocurrir en el caso el alcohol«.
– ¿Quieres consultar el estudio publicado en la revista ‘JAMA Pediatrics’?