Como recuerda la OMS, «el parto prematuro constituye la principal causa de muerte en los recién nacidos durante las primeras cuatro semanas de vida, así como la segunda en los menores de cinco años, únicamente superada por la neumonía«. De hecho, la OMS estima que cada año mueren cerca de un millón de niños nacidos prematuramente.
Es más; «muchos de los niños que sobreviven se enfrentan a una vida marcada por la discapacidad, incluidas las discapacidades de aprendizaje y problemas visuales y auditivos«, explica la OMS.
Condicionamiento económico
Ante esta situación, la OMS ha denunciado que hasta tres cuartas partes de las complicaciones consecuentes con los partos prematuros podrían evitarse con el uso de incubadoras y con un cuidado básico de las infecciones y los problemas respiratorios. Sin embargo, «la supervivencia –lamenta la OMS– depende del país donde se nace», por lo que mientras casi todos los niños nacidos antes de la semana 32 de gestación sobreviven en los países con ingresos altos, en las naciones con ingresos bajos la tasa de mortalidad en este grupo de bebés es de prácticamente un 50%.
Y si bien el 60% de los nacimientos prematuros se concentran en África y el sur de Asia, «el problema es verdaderamente mundial«, incide la OMS. No en vano, los países con las cifras más altas de partos pretérmino son Brasil, India, Nigeria y Estados Unidos.
Los partos prematuros, que según los datos de la OMS suponen el 10% del total de alumbramientos, se producen por una variedad de razones, siendo las más comunes entre los naturales –partos no inducidos– los partos múltiples, las infecciones y las enfermedades crónicas –entre otras, la diabetes y la presión arterial elevada.
– La Asociación de Padres de Niños Prematuros (APREM), asociación dedicada a apoyar e informar a las familias de niños prematuros, ya es miembro de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?