Cada cigarrillo diario que fuma una embarazada durante el tercer trimestre de gestación conlleva una pérdida de 20 gramos de peso para el bebé en el momento del nacimiento. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por el profesor Rafael Vila, de la Universidad Católica de Valencia ‘San Vicente Mártir’, tesis doctoral que la ha valido al autor la obtención del título de doctor.
En palabras del doctor Vila, “los resultados muestran que si una madre fuma, por ejemplo, entre 5 y 10 cigarrillos al día a partir de la semana 25 de gestación, el niño puede ver reducido su peso al nacer entre 100 y 200 gramos”.
Por el contrario, el peso del neonato en el parto no se ve afectado en aquellos casos en los que la gestante abandona el hábito tabáquico durante el segundo o tercer trimestre. Por ello “es importante que las madres no fumen durante la gestación, especialmente al final”, resalta el doctor Vila.
IMC pregestacional
Para llevar a cabo el estudio, el investigador ha evaluado la asociación entre el peso del neonato y, entre otras variables, el hábito tabáquico y el índice de masa corporal (IMC) pregestacional de la madre en 140 embarazadas.
Y entre otros resultados, y además de la nociva relación entre el tabaquismo al final del embarazo y el peso del recién nacido, el trabajo ha mostrado que el IMC pregestacional también influye sobre el peso del neonato. Como informa el doctor Vila, “a mayor IMC antes del embarazo, mayor peso del niño al nacer”. En consecuencia, la ganancia de peso total durante el embarazo no parece influir de forma directa sobre la predicción de peso al nacer.