La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) ha puesto en marcha la campaña de sensibilización ‘El tiempo que le dedicas al alcohol, se lo quitas a todo lo demás’ con el objetivo de prevenir el consumo abusivo de alcohol durante las fiestas navideñas. Y es que, como recuerda la FAD, «se trata de una época en la que el consumo se incrementa de forma notable».

La campaña está especialmente dirigida a los jóvenes y adolescentes, en los que promueve la reflexión sobre la cantidad de experiencias vitales y de tiempo que pueden llegar a perder por la ‘resaca’. Todo ello sin olvidar a los adultos, dado el «momento de depresión y tristeza –incide la FAD– por el que está atravesando la población española como consecuencia de la crisis económica».

Como apunta Ignacio Calderón, director general de la FAD, «no discutimos la presencia en nuestra sociedad del alcohol, sería absurdo; pero sí la apología del exceso en las celebraciones sociales que llega a ser percibido por la sociedad –y los jóvenes y adolescentes– como normal».

Jóvenes y alcohol

En la actualidad, los jóvenes han abandonado el patrón de consumo mediterráneo, basado en la socialización, en detrimento del patrón nórdico, enfocado a la cultura del exceso.

En palabras de Ignacio Calderón, «lo que nos preocupa, más allá de los datos, es la cultura del exceso alcohólico que a veces se vende como inherente al estilo de vida y ocio de los jóvenes; trabajamos día a día para romper esa nefasta asociación, pero lo hacemos en un entorno completamente adverso en el que se promociona claramente este consumo, en el que existe un aluvión constante de mensajes que asientan el estereotipo de que, para pasárselo bien y ser o sentirse joven, es necesario emborracharse».

De ahí la necesidad de esta campaña, en la que la FAD muestra, a través de dos spots de televisión –uno dirigido a la población de 15 a 25 años y otro a la de 25 a 35– y una cuña radiofónica, que una noche de alcohol puede perjudicar los planes del siguiente día. De hecho, el cartel de la campaña, que se mantendrá durante cuatro meses, es un reloj de arena en el que, de manera conceptual, se reproduce el tiempo dedicado al alcohol.

«Esperamos que sea una Navidad sin resaca. Es un momento de disfrute y nos gustaría que el alcohol se colocara en el patrón mediterráneo, que supone el poder tomarte una copa de cava o de vino con la familia, en lugar de salir a la calle, beberse siete copas en una hora y media y acabar en coma etílico«, concluye Ignacio Calderón.