La intervención se llevó a cabo siguiendo las medidas de prevención universales. Pero tras la vuelta de la dotación al Parque de Bomberos, y tras una llamada del Servicio de Urgencia Médica de la Comunidad de Madrid (SUMMA) para informar de la condición de paciente de VIH de la persona atendida, “comienza una situación lamentable y absolutamente desproporcionada, ya que se puso de baja operativa a toda la dotación que participó en la intervención, y más ridículamente incluso a aquellas personas que no habían atendido a la víctima del accidente”, denuncia CESIDA.
Asunción de responsabilidades
Es más; además de la baja operativa de la dotación, se inició un proceso de activación del Parque de Bomberos de Las Rozas (Madrid) de los recursos NBQ –Nuclear-Bacteriológico-Químico– para desinfectar los trajes. Unos recursos que, como recuerda la Coordinadora, “son utilizados para proteger de la exposición directa ante agentes químicos, biológicos y para evitar el contacto con partículas radiactivas”.
En consecuencia, y dada la escasa posibilidad de transmisión del VIH en esta situación, Juan Ramón Barrios, presidente de CESIDA, no solo cuestiona “la formación que poseen los responsables de las intervenciones con riesgo biológico de este parque de bomberos” y denuncia “este evidente despilfarro de recursos materiales y humanos”, sino que también pide “responsabilidades a la Jefatura de Bomberos de la Comunidad de Madrid por el episodio de nerviosismo y ansiedad que ha provocado esta situación a bomberos y familiares”.
No en vano, “a nivel social, este tipo de prácticas contribuyen a crear alarma social y a aumentar el estigma hacia personas que viven con VIH. Esta situación nos hace rememorar la época de desinformación cuando comenzaban a conocerse los primeros casos de VIH, situación superada hace ya muchos años”, concluye Juan Ramón Barrios.
– A día de hoy, 25 asociaciones de pacientes dedicadas al VIH/sida son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?
