Un total de 20 sociedades científicas se han unido en la elaboración del ‘Consenso sobre la vacunación frente a la gripe en el personal sanitario’, documento que persigue elevar el porcentaje de profesionales clínicos que se vacunan contra el virus de la gripe. Concretamente, el objetivo es, partiendo del 25% actual –en torno a un 30% en el caso de los médicos y cerca del 7-8% en el del personal de enfermería–, llegar a un 80% de cobertura vacunal.

Como recuerda el Prof. Juan Picazo, presidente de la Sociedad Española de Quimioterapia (SEQ), «las personas que trabajan en centros sanitarios tienen un 60% más de probabilidades de contagiarse de la gripe y, por tanto, presentan un mayor riesgo de transmitirla; por eso los sanitarios deben vacunarse contra la gripe, para protegerse, para proteger a los demás y para dar ejemplo». «Y es que si llegamos al deseado porcentaje de cobertura del 80% se cortaría la cadena de transmisión del virus», concluye.

Es más, como explica María Victoria Palomares, presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermos Respiratorios (FENAER), miembro de Somos Pacientes, «los pacientes quieren que los profesionales estén vacunados; el profesional que prescribe e inyecta la dosis a los pacientes pero no se vacuna, comete una irresponsabilidad y una falta a la ética«.

Obligarlos por ley

Cada año, y según los datos de la SEQ, la gripe afecta a cerca del 15% de la población española. Además, la infección puede resultar especialmente problemática en los pacientes con enfermedades crónicas y en los mayores de 65 años, pues como apunta el Prof. Picazo, «presentan más complicaciones dado que su sistema inmune no funciona igual».

Ante esta situación, las sociedades participantes en el consenso no descartan solicitar al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad la inclusión en la Ley de Salud Pública de una cláusula que obligue a los profesionales a vacunarse.

En palabras del Dr. Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España (CGE), «no hay que creer en el voluntarismo, pues seguimos con las mismas cifras de vacunación que hace años; además, en situaciones de conflicto, como es la que nos ocupa, debe tomar ventaja el paciente porque el hecho de que los profesionales sanitarios se vacunen es un derecho del paciente«.

De hecho, el CGE ya contempla en su código deontológico la vacunación obligatoria contra la gripe, con sanciones graves para aquellos enfermeros que la incumplan. Y asimismo, el Consejo ya presentó la inclusión de la cláusula al Gobierno de Rodríguez Zapatero, «pero no hubo valentía política ni jurídica», concluye el Dr. González Jurado.