Las enfermedades cardiovasculares fueron responsables en 2013 de cerca de 117.000 decesos en nuestro país, cifra que supuso en torno al 30% de los fallecimientos registrado ese año –muy por encima del cáncer (27%) y de las enfermedades respiratorias (11%).
Y en este contexto, como explica Maite San Saturnino, presidenta de Corazón sin Fronteras y primera presidenta de la Cardioalianza, “somos la primera causa de muerte en España y debemos hacernos oír para empoderar al paciente cardiovascular”.
Concienciación sobre las ECV
A día de hoy, la población española es consciente de que, como alerta el doctor José Luis Palma, especialista en cardiología y vocal de la Cardioalianza, “el corazón es muy traicionero. Pero aun así, sigue existiendo una mayor preocupación por otras enfermedades como el cáncer, el sida o, más recientemente, el ébola”.
Por ello, la Cardioalianza tendrá entre sus principales cometidos la concienciación de la población sobre el impacto real de las enfermedades cardiovasculares, patologías que podrían prevenirse con la evitación del tabaco, el seguimiento de una buena alimentación, la práctica de ejercicio físico y la prevención de la obesidad.
Y entre estas enfermedades, cabe destacar, dada su elevada incidencia, el infarto de miocardio, episodio que cada año padecen cerca de 120.000 personas en nuestro país. Pero como resalta del doctor Palma, “los avances en diagnóstico y tratamiento han permitido que cuando el paciente consigue llegar al hospital o la ambulancia las posibilidades de sobrevivir se multipliquen”.
El resultado es que, a día de hoy, solo un 4-9% de las personas que sufren un infarto acaben falleciendo. Y asimismo, que en nuestro país convivan en torno a 50.000-60.000 supervivientes, para los que la rehabilitación y prevención de los factores del riesgo resultan claves en aras de prevenir complicaciones o segundos infartos.
Congreso nacional en septiembre
Sin embargo, un gran número de pacientes acaba abandonando las sesiones de rehabilitación. Y es que como recuerda el doctor Palma, “el ser humano tiende a la comodidad y acaba bajando la guardia”. Una situación que resulta más común en mujeres. Como informa Maite San Saturnino, “más de la mitad la acaban abandonando. Las mujeres están más acostumbradas a ser cuidadoras que a que les cuiden”.
En este contexto, la Cardioalianza contempla entre sus primeras acciones la organización de reuniones con sociedades científicas e institutos de investigación para analizar la situación actual de la investigación de las enfermedades cardiovasculares y establecer colaboraciones. Y ya en septiembre organizará en Vitoria su primer congreso nacional con asociaciones de pacientes y profesionales sanitarios.
– A día de hoy, 31 asociaciones de pacientes dedicadas a las enfermedades cardio y cerebrovasculares son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?
