Bajo el lema ‘Alto al comercio ilícito de productos de tabaco’, este domingo, 31 de mayo, se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, una efeméride impulsada desde el año 1987 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de informar y concienciar a la población sobre los riesgos para la salud que supone el tabaco y promover políticas eficaces para reducir su consumo.
En la presente edición, el Día Mundial se centrará en el comercio ilícito de productos de tabaco. Y es que como alerta la OMS, “según algunos estudios, y por la información proporcionada por la comunidad aduanera mundial, el mercado del tabaco ilícito podría suponer hasta una décima parte de los cigarrillos consumidos en el mundo. En muchos aspectos, el comercio ilícito de productos de tabaco es un importante motivo de inquietud a escala mundial, en particular en lo que se refiere a la salud, el derecho y la economía, la gobernanza y la corrupción”.
Además, como explica la Organización, “el comercio ilícito no es un problema exclusivo de los países de ingresos altos. En casi todos los países del mundo hay comercio ilícito, de una forma u otra. En respuesta a la amenaza que supone el comercio ilícito de tabaco, la comunidad internacional negoció y adoptó en noviembre de 2012 el Protocolo para la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco, el primer protocolo del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco”.
6 millones de muertes anuales
La epidemia mundial de tabaco causa cada año la muerte a cerca de 6 millones de personas, de las que más de 600.000 no son fumadoras y fallecen por culpa de la inhalación del humo del tabaco –el consabido ‘tabaquismo pasivo’–. Y como advierte la OMS, “si no actuamos, a partir de 2030 la epidemia matará cada año a más de 8 millones de personas. Más del 80% de esas muertes prevenibles se registrarán entre personas que viven en países de ingresos bajos o medianos”.
En este contexto, debe tenerse en cuenta que 1 de cada 10 cigarrillos consumidos en el mundo proviene del mercado del tabaco ilícito, un comercio que supone anualmente a la Unión Europea más de 10.000 millones de euros en concepto de impuestos e ingresos aduaneros no percibidos
Como denuncia la OMS, “el comercio ilícito merma los ingresos públicos en concepto de impuestos, y ese dinero se podría destinar a la prestación de servicios públicos en lugar de ir a parar a manos de delincuentes”.
Y a ello se suma que “los productos ilícitos de tabaco arrastran a los jóvenes a probar y consumir tabaco, porque es más barato. Los productos ilícitos también engañan a los jóvenes consumidores de tabaco, porque no llevan advertencias sanitarias y, en ocasiones, empujan a los niños a participar en actividades de venta ilegal”.
Aumento de la corrupción
Todo ello sin olvidar que el comercio ilícito de tabaco, en el que como recuerda la OMS “participan las empresas tabacaleras aprovechando los resquicios legales”, aumenta la corrupción y debilita la buena gobernanza.
Por todo ello, como concluye la Organización, “se hace necesario que se ratifique el Protocolo para eliminar el comercio ilícito de productos de tabaco, para responder así a las repercusiones financieras, jurídicas y sanitarias de este comercio ilegal”. Y es que si bien 53 países y la Unión Europea ya han ratificado el Protocolo, aún faltan 40 países que no se han adherido al mismo.