El 22 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Encefalitis, una jornada para visibilizar esta grave enfermedad neurológica que afecta a miles de personas cada año en todo el mundo. La encefalitis es una inflamación del tejido cerebral que puede extenderse a las meninges (meningoencefalitis) o a la médula espinal (mielitis o encefalomielitis), provocando síntomas que van desde fiebre y fatiga hasta convulsiones, pérdida de conciencia y, en los casos más graves, la muerte.

En España se registran unos 1.200 casos de encefalitis cada año, lo que equivale a una incidencia de 2 a 4 casos por cada 100.000 habitantes. La tasa de mortalidad varía entre un 5% y un 20%, pero en algunos tipos de encefalitis el riesgo de muerte supera el 70% si no se trata a tiempo. A esto se suma que más del 20% de los supervivientes pueden quedar con secuelas neurológicas permanentes.

Entre las secuelas más frecuentes se encuentran los problemas de memoria (18%), dificultades en el aprendizaje o desarrollo (35%), cambios en la personalidad (18%) y alteraciones motoras, auditivas, del habla o de la visión (17%). A nivel global, la encefalitis es responsable de aproximadamente 5 millones de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD), una métrica que refleja la carga de años perdidos por muerte prematura y años vividos con discapacidad.

Principales causas

Existen cuatro tipos principales de encefalitis según su origen: infecciosa, postinfecciosa, autoinmune y tóxica. De estas, la encefalitis infecciosa es la más común y puede ser provocada por virus, bacterias, hongos o parásitos. Se han identificado más de 100 microorganismos diferentes como causantes de esta enfermedad, aunque los virus siguen siendo los agentes más frecuentes.

Entre los principales virus responsables de la encefalitis destacan los de la familia herpes (como el virus del herpes simple y el de la varicela-zóster), los enterovirus y los arbovirus transmitidos por mosquitos y garrapatas. Además, virus como los del sarampión, paperas, polio y rubéola pueden causar encefalitis severas en personas que no han sido vacunadas.

El impacto de la vacunación

La Sociedad Española de Neurología (SEN) destaca que, gracias a la vacunación y las mejoras en higiene, los casos graves de encefalitis han disminuido en España en comparación con décadas anteriores. Sin embargo, en los últimos años se ha observado un ligero aumento en el número de diagnósticos debido a diversos factores.

Según la Dra. Saima Bashir, coordinadora del Grupo de Estudio de Neurología Crítica e Intensivista de la SEN, esta tendencia se debe a varios motivos: el aumento de encefalitis autoinmunes, influenciadas por factores genéticos y ambientales; la mejora en los sistemas de detección; y el incremento de la encefalitis infecciosa, impulsado por movimientos antivacunas y el cambio climático.

En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre el crecimiento de la encefalitis a nivel mundial debido a la expansión de enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes, la resistencia a la vacunación en algunas poblaciones, el aumento de la densidad de población en zonas con recursos limitados y las prácticas agrícolas intensivas. Un ejemplo preocupante es el 14% de aumento en los casos de encefalitis transmitida por garrapatas en Europa entre 2021 y 2022.

Grupos de riesgo

La encefalitis puede afectar a cualquier persona, pero tiene mayor incidencia en niños, adolescentes, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados, como quienes padecen VIH o reciben tratamientos inmunosupresores. Se estima que 10 de cada 100.000 niños padecerán encefalitis este año.

Apuesta por la salud cerebral - encefalitis

Los síntomas iniciales pueden ser leves y confundirse con una gripe, como fiebre, fatiga, dolor de cabeza y dolores corporales. No obstante, en algunos casos evolucionan rápidamente hacia manifestaciones más graves, como problemas en el habla, audición o visión, alucinaciones, cambios de personalidad, pérdida de conciencia, convulsiones o incluso coma. En los bebés, es crucial vigilar signos como fiebre, irritabilidad, letargo, vómitos, rigidez corporal o la hinchazón en la fontanela.

Ante esta enfermedad de rápida progresión y alto impacto, la prevención es clave. Desde la SEN insisten en que la vacunación y las medidas de higiene son las herramientas más efectivas para evitar la encefalitis. También recomiendan protegerse de picaduras de mosquitos y garrapatas, especialmente para quienes planean viajar a regiones de alto riesgo.