Bajo el lema ‘Nuestro planeta, nuestra salud’, este jueves, 7 de abril, se celebra el Día Mundial de la Salud, una efeméride impulsada desde el año 1950 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para conmemorar la fecha de su creación en 1948 y concienciar a la sociedad global sobre algún aspecto que, de una manera relevante, afecte a la salud colectiva. Así, en esta edición, el Día Mundial está dedicado a, por una parte, informar sobre la importancia de adoptar con urgencia las medidas que se requieren para mantener la salud de los seres humanos y del planeta y, por otra, incentivar un cambio para que las sociedades se preocupen, de una vez por todas, del bienestar de los ciudadanos.   

Como alerta la OMS, “cada año se producen más de 13 millones de muertes debidas a causas ambientales evitables. Sin ir más lejos, por la crisis climática, que es la mayor amenaza para la salud a la que se enfrenta la humanidad. Y es que la crisis climática también lo es de salud, y nuestras decisiones políticas, sociales y comerciales están favoreciendo esta crisis climática y sanitaria”.

Más de un 90% de la población mundial se ve abocada a respirar un aire insalubre derivado de la quema de combustibles fósiles. Y consecuentemente con el calentamiento del planeta, los mosquitos propagan las enfermedades más lejos y más rápido de lo que lo hacían antaño. Además, los fenómenos meteorológicos extremos, la degradación del suelo y la escasez de agua están desplazando a las personas y afectando a su salud.

Es más; la contaminación y los plásticos llegan hasta el fondo de los océanos más profundos, las cimas de las montañas más altas, y se han abierto paso en la cadena alimentaria de los seres humanos. Todo ello sin olvidar que los sistemas de fabricación de alimentos y bebidas poco saludables están impulsando una ola de obesidad, aumentando el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, al tiempo que generan un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. 

Cuidar la salud del planeta

En definitiva, y si bien el mundo sigue batallando contra la pandemia de la COVID-19 y ve como aumenta la incidencia de enfermedades como las oncológicas, no debemos subestimar la importancia, capital, de cuidar de la salud de nuestro planeta. Como apunta la OMS: “¿Somos capaces de imaginar un mundo donde el aire, el agua y los alimentos saludables estén al alcance de todos? ¿Donde las economías se centren en la salud y el bienestar? ¿Donde las ciudades sean habitables y las personas controlen su salud y la del planeta?”.

De hecho, aunque la pandemia ha mostrado la capacidad curativa de la ciencia, también ha puesto de manifiesto las desigualdades y deficiencias de nuestro mundo en todos los ámbitos de la sociedad y ha hecho patente la necesidad urgente de forjar sociedades del bienestar sostenibles y comprometidas con la consecución de una salud equitativa, tanto ahora como para las generaciones futuras, sin sobrepasar los límites ecológicos.

Y es que en contraposición al planteamiento actual de la economía, basado en la distribución no equitativa de la renta, la riqueza y el poder, lo que provoca que demasiadas personas sigan viviendo en situaciones de pobreza e inestabilidad, las economías deben velar por el bienestar de las personas, la equidad y la sostenibilidad medioambiental.

Unos objetivos que, indica la Organización, “se han de plasmar en inversiones a largo plazo, presupuestos enfocados al bienestar, la protección social y estrategias legales y fiscales. Para romper estos ciclos de destrucción del planeta y de la salud humana es necesario adoptar medidas legislativas, reformar las empresas y apoyar e incentivar a las personas para que tomen decisiones saludables”.

– Para consultar las propuestas de la OMS a los gobiernos, empresas y personas para proteger nuestro planeta y nuestra salud pincha aquí.

– Para más información sobre el Día Mundial de la Salud 2022 clica aquí.