Tras la presentación del ‘Barómetro del dolor crónico en España 2022’, llevado a cabo por la Fundación Grünenthal y el Observatorio del Dolor de la Universidad de Cádiz, ambas instituciones presentan, con la revisión y respaldo de la Asociación Española con la Osteoporosis y la Artrosis (AECOSAR) y la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI), el ‘Barómetro del dolor crónico asociado a la osteoporosis. Análisis de situación de su impacto en España’. Este estudio ha tenido el objetivo de conocer y describir las características epidemiológicas y de atención sanitaria de los ciudadanos adultos que sufren dolor crónico asociado a osteoporosis.

Si bien la osteoporosis cursa durante largo tiempo de forma silente, a medida que progresa la enfermedad llega a ser la quinta causa más frecuente de dolor crónico en nuestro país, afectando al 32,9%, según el estudio. El dolor crónico asociado a la osteoporosis se enmarca en la categoría de dolor crónico musculoesquelético, ya que el dolor crónico postquirúrgico derivado de intervenciones para el tratamiento de las fracturas osteoporóticas es el más común. En este sentido, la osteoporosis genera un gasto anual de 4.300 millones de euros al sistema sanitario en España, procedentes de la atención a la discapacidad de larga duración (2.200 millones de euros), los tratamientos e intervenciones ante las fracturas (1.800 millones de euros) y el gasto en fármacos (300 millones de euros).

La población entre 55 y 75 años con osteoporosis es la que presenta una mayor prevalencia de dolor crónico (53,4%), frente al grupo entre 18 y 34 años, que cuenta con la tasa más baja (8%). En relación al sexo, esta patología con dolor crónico afecta al 35,5% de las mujeres frente a un 29,1% de los hombres.

En cuanto a la intensidad del dolor crónico asociado a osteoporosis, hasta un 60,8% de los pacientes presenta “mucho” dolor, un 29,2% lo califica como “moderado” y un 6% como “insoportable”. Además, el 67,7% sufre también trastornos del sueño. En relación a la localización, el dolor se experimenta mayoritariamente en las extremidades y/o articulaciones en un 43,3%, seguido del dolor de espalda (23,8%) y las manifestaciones generalizadas (19,2%) con una duración media de 8,6 años.

A nivel regional, Castilla-La Mancha es la comunidad que registra una mayor prevalencia de osteoporosis asociada a dolor crónico (41%), seguida por Murcia (40,9%) y La Rioja (37,7%). Sin embargo, Cantabria (19,5%), Navarra (21,3%) y País Vasco (26,5%) son las que presentan una prevalencia más baja.

Comorbilidades más comunes de estos pacientes

Las comorbilidades más comunes que presentan estos pacientes son la artrosis (99,8%), dolor lumbar (68.3%), dolor cervical (56,3%) y contractura muscular (54,5%). Las actividades cotidianas más afectadas por la enfermedad incluyen levantarse de una silla o de la cama (71,7%), sentarse (56%), vestirse y desvestirse (54,3%) y acostarse (53,7%), habiendo también dificultades al alimentarse (25,5%). Asimismo, en el último año, un 26,6% de los pacientes ha estado en situación de baja laboral por causa del dolor asociado a la osteoporosis, con una duración media de 5,4 meses.

Hasta un 44,3% ha tenido que abandonar su ocupación y un 11,4% ha cambiado su puesto de trabajo. En este sentido y como se indica en el informe, sería interesante, de cara a estudios posteriores, analizar las causas de estas bajas laborales en los pacientes, con el fin de identificar cuál es el origen concreto en los pacientes con dolor crónico y en el subgrupo que, adicionalmente, padecen osteoporosis, pues obviamente se acompaña de afectación mental.