La Comisión de Salud Pública ha aprobado la administración de una dosis adicional de la vacuna de la COVID-19 en pacientes gravemente inmunodeprimidos ante el riesgo de que la pauta convencional de vacunación no consiga inducir en ellos una respuesta inmune adecuada. Concretamente, la dosis adicional está indicada en las personas sometidas a trasplante de órgano sólido, los receptores de trasplante de progenitores hematopoyéticos y los pacientes en tratamiento con fármacos anti-CD20.

Como informa la Comisión, organismo en el que se encuentran representados el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, “la inoculación de dicha dosis deberá realizarse al menos 28 días después de haber recibido la anterior. En el caso de las personas en tratamiento con fármacos anti-CD20 habrá de administrarse transcurridos seis meses desde la finalización de la terapia. En todos estos casos se administrará vacuna de ARNm –vacunas de Pfizer/BioNTech y de Moderna–, preferentemente el mismo tipo de vacuna que la administrada con anterioridad”.

Se estima que la cifra de pacientes que recibirán esta tercera dosis se sitúa en torno a 100.000.

Sin ‘booster’ para la población general

Con esta aprobación, la Comisión sigue las recomendaciones de la Ponencia de Vacunas y el Grupo de Trabajo Técnico de Vacunación COVID-19 (GTT), que llevan semanas estudiando la posible necesidad de completar la pauta de vacunación en colectivos específicos con una dosis adicional.

Por el contrario, y cuando menos por el momento, la Ponencia de Vacunas y el GTT no recomiendan la administración de la dosis adicional en otras personas inmunodeprimidas, caso de los pacientes oncohematológicos en tratamiento quimio-radioterápico y en aquellos con patologías de base que requieran de tratamiento inmunosupresor. La razón obedece a la ausencia de pruebas sobre los beneficios que podría aportar esta dosis en estas situaciones, por lo que abogan por continuar la revisión de los estudios disponibles.

Es más; como indica el GTT, “en el momento actual no se dispone de datos sólidos que apoyen la administración de una dosis de recuerdo –también conocida como ‘booster’– en la población general. De hecho aún no hay disponible ninguna vacuna con la indicación de dosis de recuerdo en su ficha técnica”.