Más en concreto, el objetivo de esta investigación fue caracterizar la actividad física y evaluar la relación entre ésta y el síndrome metabólico después de un trasplante de este tipo. Según sus conclusiones, «el síndrome metabólico es común después de un trasplante de hígado, y la tasa es significativamente mayor en los pacientes a los que el trasplante les fue realizado hacía más de un año«.
Más ejercicio, menos complicaciones
Además, y aquí está la clave para los pacientes, la observación de que la intensidad del ejercicio está inversamente relacionada con el síndrome metabólico sugiere que la actividad física podría proporcionar un medio para reducir las complicaciones vasculares del síndrome metabólico en los receptores de trasplante de hígado.
En un escenario de grandes dificultades económicas, España, líder mundial en trasplantes de forma ininterrumpida desde hace 21 años, registró en 2012 una tasa de 34,8 donantes por millón de habitantes, con 1.643 donantes de órganos y un total de 4.221 trasplantes, de los que 1.084 fueron de hígado (más de 17.000 desde que se realizó el primero en 1984).
– A día de hoy, 13 asociaciones de pacientes dedicadas a los trasplantes son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?