El 26% de los pacientes que han recibido un trasplante de corazón logran sobrevivir 20 o más años con el mismo órgano. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) y publicado en Revista Española de Cardiología.
Es más; el estudio, en que se ha analizado la supervivencia de los pacientes que recibieron un primer trasplante cardiaco entre 1984 y 1992, muestra que la supervivencia al primer año de la intervención fue del 75%; del 64% a los 5 años; del 53% tras una década; del 40% después de 15 años; y del 26% a los 20 años.En este contexto, como explica la doctora Natalia Jaramillo, directora de la investigación, «los receptores de trasplante cardiaco que sobreviven más de 20 años están aumentando. Sin embargo, se conoce poco de su seguimiento, sus comorbilidades y su mortalidad. Así, identificar predictores de larga supervivencia puede guiar la selección de candidatos para los donantes disponibles».
Factores para una mayor supervivencia
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores compararon las características de 39 supervivientes con un seguimiento superior a los 20 años con los de 90 pacientes que sobrevivieron entre 1 y 20 años.
Los resultados han permitido la identificación de dos variables que favorecen de forma significativa la supervivencia del paciente. La primera es la edad menor de 45 años en el momento del trasplante, que cuadruplica las probabilidades de sobrevivir por más tiempo. Y la segunda, el diagnóstico de miocardiopatía dilatada idiopática, que triplica la probabilidad de una mayor supervivencia.
El estudio también muestra que, «si bien la mayoría de los pacientes conviven con uno o más factores de riesgo –fundamentalmente hipertensión arterial, en un 94% de los casos; hiperlipemia en un 87%; y diabetes en un 15%– en general su calidad de vida es buena, ya que el 82% de los pacientes trasplantados son completamente autónomos para realizar sus actividades cotidianas a los 20 años del trasplante, frente a un 12% completamente dependiente y al 6% que presenta dependencia parcial», destacan los autores.
Finalmente, y por lo que hace referencia a las comorbilidades que presentan esos pacientes, el 38% ha padecido algún tipo de cáncer –si bien en el 60% de los casos son tumores de piel de baja agresividad– y el 84% enfermedad renal crónica (ERC), «consecuencia generalmente de los fármacos inmunosupresores que están indicados a este tipo de pacientes», concluye la doctora Jaramillo.
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