Hasta un 30% de las pruebas radiológicas que se realizan en la actualidad no aportan ninguna información relevante y, por ende, deberían evitarse. Es el caso, por ejemplo, de las mamografías a mujeres menores de 40 años sin factores de riesgo para el cáncer de mama. Por ello, la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) ha elaborado el informe ‘Recomendaciones de no hacer’, documento dirigido a radiólogos, médicos prescriptores y pacientes en el que se identifican aquellas situaciones en las que las exploraciones radiológicas no deberían llevarse a cabo.

Como explica la SERAM, “el objetivo fundamental del documento es mejorar la calidad y la seguridad en el paciente, por una parte buscando las alternativas menos agresivas y por otra evitando la cascada de pruebas diagnósticas que puede acarrear la realización de pruebas innecesarias”.

Y para ello, “las recomendaciones buscan disminuir el uso de aquellas técnicas obsoletas, de dudosa eficacia y utilidad. Y es que deberían hacerse solo las pruebas en las que se haya demostrado su utilidad, y especialmente aquéllas en las que se reduzcan las dosis de irradiación sobre los pacientes y las que, por su menor coste y eficacia, incidan en la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS)”, informa la Sociedad.

Pruebas innecesarias

El informe ‘Recomendaciones de no hacer’, elaborado por 25 radiólogos expertos, establece que antes de solicitar una prueba diagnóstica “se deben contestar una serie de preguntas básicas, tales como si la prueba va a modificar el manejo del paciente en el contexto clínico, si es necesaria en el momento actual o se puede o debe demorar, y si la prueba que se solicita es la menos lesiva para el paciente y la que aporta más información”.

Y por lo que hace referencia a las diferentes pruebas específicas, el documento señala en el caso de la radiografía de tórax como prueba complementaria rutinaria en la valoración preoperatoria de los pacientes  que “se trata de una prueba que irradia de forma innecesaria a los pacientes y no aporta información relevante al anestesista”.

Por su parte, y por lo que respecta a la mamografía, el informe establece que “no existe justificación para realizar estas pruebas de detección precoz en mujeres menores de 40 años que no presenten factores de riesgo”.

No en vano, como indica el doctor Javier Rodríguez-Recio, responsable de comunicación de la SERAM, “en menores de 40 años, estas pruebas tienen un bajo rendimiento diagnóstico y un elevado coste económico y social, además de una la posible iatrogenia asociada, es decir, que en ocasiones pueden generar reacciones adversas más graves que la patología que se pretende controlar”.

Finalmente, y en el caso de los niños, los expertos recomiendan el uso de la ecografía, que no emite radiación alguna, para el estudio de la apendicitis aguda en lugar de la tomografía computarizada.

Para consultar el informe ‘Recomendaciones de no hacer’ de la SERAM, clica aquí.