El 43% de las mujeres sufren algún tipo de trastorno sexual. Y más de un 22,2% sufre dolor en sus relaciones sexuales, según un estudio publicado por la revista científica Obstetrics & Gynecology.

Estos resultados realizados entre una muestra de 31.581 – entre 18 y 65 años- y otros muchos datos se ven reflejados en el libro “La Mujer y el Sexo” de la Doctora Isabel Heraso, Jefa de Anestesiología de la Clínica San Francisco de Asís de Madrid.

“Recibo más de 600 consultas al año de pacientes –tanto hombres como mujeres- que sufren algún tipo de trastorno sexual grave que les produce dolor y enfermedades.  Esta cifra se puede multiplicar por diez en las consultas públicas. Por estos pacientes, y, sobre todo, dedicado a las mujeres que sufren dolor en sus relaciones sexuales o cualquier otra patología como la vulvodinia –inflamación del  nervio pudendo- escribí este libro titulado “El sexo en la Mujer” que acabo de presentar en sociedad”, afirma Isabel Heraso.

Según indican los especialistas, en España, más de 800.000 mujeres sufren alguna patología dolorosa en sus genitales. Entre ellas destaca la vulvodinia, una neuropatía de un nervio que inerva los genitales, que puede llegar a convertirse en crónica o recurrente. Asimismo, hasta un 16% de mujeres españolas entre los 15 y 65 años puede sufrir este trastorno en algún momento de su vida, lo que equivale a tres millones de españolas, según revelan las cifras de un estudio publicado por la Asociación Norteamericana de Vulvodinia.

“Son muchas las mujeres y también hombres que acuden a la consulta aguantando años y años de dolor en sus genitales que sufren durante todo el día y se intensifican en sus relaciones sexuales. Los clínicos tenemos la obligación de evitar el dolor y desarrollar el espíritu de nuestros pacientes. También tenemos la obligación de reciclarnos en todas las áreas clínicas y el sexo es una más. Si sabemos transmitir la información adecuada evitaremos grandes sufrimientos, y graves patologías”, señala la Doctora Heraso.

La Doctora Heraso explica que, actualmente, los afectados por estas patologías no cuentan con una asistencia sanitaria adecuada. Primero, recurren al ginecólogo, quién deriva al dermatólogo –que suele realizar una biopsia de la zona lesionada- y éste, a su vez, traslada el caso al psiquiatra para finalmente el paciente terminar en manos de un psicólogo a quién cuenta su vida, pero no soluciona su dolor. “Estos pacientes viven  en un peregrinaje continuo por el sistema de salud”, revela esta Doctora.

Dos libros en uno. El primero para todos. El segundo para las mujeres

El libro “El sexo en la Mujer” se divide fundamentalmente en dos partes. La primera, considerada por la autora como “muy atrevida”, se dirige tanto al público masculino como al femenino para que ambos aprendan a ser expertos y no malogren su salud. La segunda parte, abre el conocimiento de muchas prácticas sexuales que puede llevar al ser humano a la enfermedad y a entender por qué no se deben realizar.

“La práctica del sexo la invento Dios para lograr nuestra eternidad y, si se usa, con amor todo funciona. Pero el sexo sin amor, se convierte en algo patológico que puede llevar a múltiples enfermedades, neuropatías genitales e incluso epidemias relacionadas con las cifras de ascenso de las cifras de algunos tipos de cáncer en personas muy jóvenes”, este es el mensaje fundamental de este libro revela Heraso.

Prueba de ello, son las cifras en aumento de las enfermedades venéreas. De hecho, actualmente un 50% de los varones están infectados por el papiloma virus, y estas cifras no dejan de crecer, según un estudio publicado recientemente por el Centro Integral de Cáncer Columbus en la Universidad Estatal de Ohio. En el caso de las mujeres españolas esta cifra asciende a un 14% el número de mujeres infectadas pero, en la franja de edad entre 18 años y 25 años, la cifra supera el 29% de mujeres infectadas, según un  estudio realizado por un equipo del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y publicado en la revista Journal Medical Virology.

Para Heraso resulta importante resaltar que a escala mundial el papiloma virus (infecciones por VPH) es  responsable del 5,2% de todos los tumores humanos entre los que están asociados el cáncer de la cavidad oral, de orofaringe, cuello uterino, y genital en ambos sexos, según un estudio epidemiológico mundial (Parkin DM, 2006).

Con estas cifras actualmente dobladas en menos de seis años, esta especialista señala que los clínicos tienen la obligación de comunicar a sus pacientes lo que es normal en las prácticas sexuales y lo que es perverso y puede causar un grave daño para su salud. “En mi consulta a algunas parejas les enseño cómo conseguir un “todo” espiritual y místico. Se necesita mucho amor entre ellos para conseguir este tipo de experiencia. Hay muchas prácticas que las personas desconocen incluso en parejas que no pueden realizar el acto sexual. Hay muchas otras maneras de amar que la gran generalidad desconoce y que describo en mi libro”, señala esta especialista.

La Doctora Heraso comenta que este manual era necesario darlo a conocer en estos momentos. En su opinión tradicionalmente, la sociedad ha visto a la mujer como un sujeto pasivo, cuando no hay nadie más activo que quien alumbra una vida. Del silencio traumático vivido por generaciones y generaciones de mujeres y muchas otras ideas erróneas en la percepción de la sexualidad femenina han surgido muchas enfermedades actuales, entre ellas la vulvodinia o neuropatía genital. “La higiene en el varón es determinante a la hora de hablar de patologías sexuales. Y la sociedad debe conocer por ejemplo, por qué las mujeres judías sufren menos enfermedades de transmisión sexual”, revela esta Doctora.

Estos son algunos de los temas que la Doctora Heraso transmite  a sus lectores con un lenguaje llano y claro. “Explico cómo se puede disfrutar de las relaciones sexuales sanamente. Me dirijo especialmente a las mujeres para que éstas no se sientan menospreciadas en este entorno en el que aclaro “negro sobre blanco” que prácticas sexuales se deben rechazar para evitar ciertas enfermedades. Con la información adecuada las personas podemos seguir el camino correcto. Sin información resulta fácil perderse. Es mejor informar que ocultar”, explica la Doctora Isabel Heraso.