El 53,6% de los pacientes acude a Internet para realizar búsquedas sobre temas de salud, fundamentalmente sobre los síntomas, los tratamientos y sus efectos adversos, la nutrición y las terapias alternativas. Sin embargo, solo el 22,6% tiene en cuenta esa información a la hora de tomar decisiones, y tan solo un 22,1% consulta los datos con su médico. Así lo muestra el estudio ‘Salud 2.0: Características del paciente informado a través de Internet’, llevado a cabo por médicos de Atención Primaria del EAP Sardenya de Barcelona y presentado en el XXXIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) celebrado en Granada.

En palabras de la doctora Beatriz Jiménez, co-autora de la investigación, “es muy positivo que el paciente busque información a través de este canal, si bien el hecho de que disponga de más datos no quiere decir que estos sean mejores; por este motivo, los médicos de familia estamos en las mejores condiciones para aconsejar a nuestros pacientes en qué webs puede encontrar la información más fiable, hay que capacitarle para tomar sus propias decisiones”.

Jóvenes con estudios superiores

El estudio, llevado a cabo con la participación de 418 personas mayores de 14 años –la edad promedio fue de 49 años– que acudieron al Centro de Salud, revela cómo el perfil tipo del paciente que busca información en Internet es el de una persona joven –la media se establece en 39 años– con estudios superiores.

Asimismo, el trabajo, en el que no se observaron diferencias de género, también muestra que las búsquedas más recientes tienen que ver con los síntomas de las enfermedades (67,9% de los casos), los tratamientos y sus efectos secundarios (46,4%), la nutrición (34,8%), las terapias alternativas (28,6%), y el pronóstico y complicaciones (27%).

Por su parte, y por lo que respecta a aquellos que afirmaron no utilizar la red para realizar búsquedas de salud, la edad promedio se estableció en 61 años, siendo las principales causas aducidas para no hacerlo la falta de interés o de necesidad (43,8%) o la falta de conocimientos informáticos o la no posibilidad de acceso a un ordenador (46,6%).