Este jueves, 14 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Incontinencia Urinaria, síndrome que, ya sea como consecuencia o como síntoma de distintas enfermedades, padecen en torno a seis millones de mujeres en nuestro país –en torno a un 25% de las mujeres mayores de 35 años y hasta un 50% de las mayores de 65.
La incontinencia urinaria tiene efectos no solo a nivel físico, sino también psicológico y social, repercutiendo negativamente sobre la calidad de vida de los afectados. De hecho, los estudios han demostrado que las mujeres con incontinencia urinaria no solo tienen un mayor riesgo de padecer depresión, sino que también presentan mayores dificultades para realizar distintas actividades cotidianas –caso, entre otras, de la práctica de ejercicio, de mantener relaciones sexuales o de, simplemente, pasear–, lo que conlleva un sentimiento de inseguridad y una grave pérdida de la autoestima.
Es más; hasta un 80% de las mujeres que padecen la afección no lo consulta con su médico, ya sea por vergüenza o por considerar, de forma errónea, que se trata de una consecuencia inevitable del paso de los años.
Signos y síntomas
La identificación de la incontinencia urinaria puede establecerse a partir de distintos signos o síntomas, caso de, entre otros, la presencia de escapes de orina al reír, estornudar o realizar un movimiento brusco; la frecuencia desmesurada en la micción; o los problemas para contener la orina.
Ante estas situaciones, los afectados deben consultar con su médico. Como explica el doctor Gregorio Escribano, jefe de Urología del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, «las mujeres conocen su propio cuerpo mejor que nadie, por ello, es importante que estén atentas a las señales que éste les manda para indicarles que algo no está bien y que acudan al médico cuando eso sucede; muchas mujeres llegan a nuestra consulta animadas por sus hijas, nietas o amigas, que han percibido un cambio de comportamiento o alguna señal que han intentado esconder, y les han instado a buscar ayuda».
Tabú social
No en vano, al temor al rechazo social, manifestado por hasta un 86% de las afectadas, se aúna al desconocimiento de la existencia de tratamientos y técnicas para paliar los problemas de incontinencia.
Y es que, como inciden los especialistas, se hace necesario que la incontinencia urinaria deje de ser un tabú. Como concluye el doctor Eduardo Bateller, especialista en Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínic Univeristari de Barcelona, «no hay ninguna razón por la cual las mujeres no puedan recuperar plenamente su calidad de vida cuando son diagnosticadas de incontinencia urinaria, gracias a los avances de la ciencia existen técnicas seguras y eficaces para ayudarlas a recobrar el control de sus cuerpos para vivir sin estar atadas a sufrir una molestia constante».
– La Asociación de Pacientes con Perdidas de Orina y Urgencia Miccional (APPO), asociación dedicada a la incontinencia urinaria, es ya miembro activo de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?