El consumo abusivo de sal provocó que en 2010 se produjeran en todo el mundo un total de 2,3 millones de muertes –es decir, el 15% del total de decesos ocurridos ese año– por causas cardiovasculares, entre otras los ictus y los infartos de miocardio. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Brigham and Women’s Hospital de Boston (Estados Unidos) y publicado en la revista Circulation.

Concretamente, la causa de los decesos fue la ingesta excesiva de sodio. Y es que, como explica el doctor Dariush Mozaffarian, director de la investigación, “las medidas públicas nacionales y mundiales de salud, como programas integrales de reducción de sodio, podrían salvar millones de vidas, principalmente en los países con bajos y medianos ingresos, en los que se contabilizaron el 84% de las muertes”.

Demasiado sodio

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron 247 encuestas nacionales sobre el consumo de sodio en la población adulta realizadas entre 1990 y 2010. La investigación forma parte del ‘Estudio de la Carga Mundial de las enfermedades en 2010’, trabajo internacional en el que participan 488 científicos de 303 instituciones de 50 países.

Evaluado el consumo, los autores determinaron el efecto de la ingesta de sodio sobre el riesgo de enfermedad cardiovascular, para lo que analizaron los resultados de dos metanálisis: uno llevado a cabo sobre 107 ensayos clínicos para evaluar el efecto de la sal –la cantidad óptima diaria no debe sobrepasar los 2,5 gramos, esto es, 1.000 mg de sodio– sobre la presión arterial; y un segundo metanálisis en el que se evaluó la relación entre la presión arterial y el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Los resultados mostraron que cerca de un millón de decesos fueron prematuros –los fallecidos no habían cumplido los 70 años–, de los que un 60% acaecieron en varones. Del total de 2,3 millones muertes por causas cardiovasculares, los infartos de miocardio fueron responsables del 42% de las muertes –y los accidentes cerebrovasculares o ictus del 41%.

Finalmente, y por lo que respecta a los 30 países más poblados del mundo, las tasas más elevadas de mortalidad por abuso de sodio fueron Ucrania (2.109 muertes por millón de adultos), Rusia (1.803) y Egipto (836). En el extremo opuesto se sitúan Emiratos Árabes (134), Kenia (78) y Qatar (73). Estados Unidos ocupa el 19º lugar de esta lista, con 429 muertes por millón de adultos –o lo que es lo mismo, el 10% del total de fallecimientos acaecidos en el país en 2010.

– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Circulation’?

– A día de hoy, 26 asociaciones de pacientes dedicadas a las enfermedades cardio y cerebrovasculares son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?