En palabras de Ángel Cabrera, presidente de FEDE, “con la llegada del Ramadán, las personas musulmanas diabéticas que practican el ayuno deben extremar las precauciones para no agravar su estado de salud pero lo fundamental, antes de nada, es trasladar a su médico su intención de ayunar, para recibir una orientación, ya que cada caso requiere siempre una individualización, sobre todo teniendo en cuenta su tratamiento: si es con insulina o si es mediante alimentación y antidiabéticos orales”.
Riesgo de complicaciones
En nuestro país conviven en torno a 1,7 millones de musulmanes. Y atendiendo a los datos del estudio ‘Di@bet.es’ –esto es, una prevalencia de la diabetes tipo 2 del 13,8% en la población adulta de nuestro país–, se estima que cerca de 230.000 están aquejados de diabetes.
En este contexto, como recuerda el doctor Josep Franch Nadal, médico de familia del Centro de Salud Raval Sud (Barcelona), “los pacientes musulmanes diabéticos que toman fármacos con capacidad hipoglucemiante que decidan ayunar y, por tanto, no ingieran alimentos durante horas, pueden sufrir complicaciones agudas como hipoglucemias e hiperglucemias si no mantienen un estricto control de la enfermedad y, en casos extremos, una situación de gravedad que requiera el ingreso hospitalario”.
Consejos y recomendaciones
Así, el documento ‘Las realidades del ayuno durante el Ramadán’ muestra los riesgos del ayuno y ofrece consejos para prevenir las complicaciones, como con una alimentación sana y equilibrada con productos como el trigo, la sémola y las judías durante el ‘Suhoor’ pues contienen carbohidratos de absorción lenta y con alta proporción de fibra, que asegura un aporte lento de glucosa al organismo.
Asimismo, y por el contrario, es aconsejable que en el ‘Iftaar’ se ingieran alimentos que liberen azúcar rápidamente, caso de la fruta, para así ayudar a recuperar el control glucémico, tras los cuales se volverá a los carbohidratos de acción lenta.
Finalmente, y como recoge el documento “es preferible evitar alimentos con un índice alto de grasas saturadas –manteca, samosas y pakoras– o azúcares e intentar dividir las calorías en varias comidas a lo largo de las horas en las que no se ayune”.
– ¿Quieres consultar el documento ‘Las realidades del ayuno durante el Ramadán’?
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