En palabras de la doctora Lenore Arab, directora de la investigación, “la asociación positiva y estadísticamente significativa entre el consumo de nueces y la función cognitiva en adultos con independencia de su edad, género o etnia, sugiere que la ingesta diaria de nueces puede constituir un hábito dietético tan simple como beneficioso”.
Mejora de la función cognitiva
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron los resultados de seis pruebas de evaluación de la función cognitiva de un total de 5.662 adultos estadounidenses con edades comprendidas entre los 20 y los 90 años incluidos en la Encuesta Nacional y de Nutrición en América (NHANES).
Los participantes fueron incluidos en distintos grupos en función de su consumo diario de nueces, ya fuera como fruto seco o como componente de distintos productos alimenticios –como pan, cereales o ensaladas.
Los resultados demostraron que los participantes con edades comprendidas entre los 20 y los 59 años que consumían un promedio de 10,3 gramos de nueces al día, así como aquellos mayores de 60 años con un consumo medio de 13,1 gramos diarios de nueces, obtenían mejores resultados en las pruebas de evaluación de la función cognitiva, requiriendo un tiempo menor para la realización de cada uno de los tests.
Como concluye la doctora Arab, “es ciertamente emocionante descubrir lo sustanciales que son las evidencias de este estudio, que apoyan los resultados que se obtuvieron previamente en animales y que ya mostraban el efecto neuroprotector de comer nueces”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘The Journal of Nutrition, Health and Aging’?
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