Las personas con hipertensión arterial que monitorizan sus niveles de presión arterial en su domicilio y cuentan con el asesoramiento telefónico de un farmacéutico obtienen un mejor control de sus cifras tensionales que aquellos que, para ello, únicamente acuden a la consulta del médico. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto HealthPartners para la Educación y la Investigación de Minneapolis (Estados Unidos) y publicado en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).
En consecuencia, y como explica la doctora Katrin Uhlig, especialista en hipertensión arterial del Centro Médico Tufts de Boston (Estados Unidos), “los resultados muestran que no es necesario acudir a la consulta del médico para tener una presión arterial controlada”.
Mejor control
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores compararon el efecto del autocontrol de la presión arterial en el domicilio –telemonitorizada por un farmacéutico, esto es, con frecuentes consultas telefónicas– en 228 pacientes hipertensos frente al del manejo habitual en las consultas del médico (222 pacientes).
Concluidos los 12 meses de seguimiento, el 71% de los pacientes en régimen de autocontrol domiciliario y telemonitorización tenían controladas sus cifras de presión arterial. Un porcentaje, por tanto, significativamente superior al de aquellos controlados por sus médicos, de un 53%.
Además, la superioridad del autocontrol domiciliario –con telemonitorización– ya fue patente a los seis meses de estudio, con un 72% de los pacientes controlados –por un 57% en el grupo controlado únicamente por el médico.
En este contexto, como refiere la Dra. Karen L. Margolis, directora de la investigación, “si bien los pacientes telemonitorizados recibieron más fármacos antihipertensivos, también comunicaron sentirse más seguros para cuidar de sí mismos y hacer cambios en su estilo de vida, caso de añadir más o menos sal a sus comidas”.
Promover el autocontrol por el paciente
De acuerdo con los datos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, en torno a un tercio de la población adulta estadounidense tiene cifras elevadas de presión arterial. Sin embargo, recuerda la doctora Uhlig, “únicamente el 50% de los pacientes mantienen sus niveles dentro del rango recomendado para prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes o enfermedad renal”.
Una solución podría ser una mayor promoción del autocontrol por los pacientes con el apoyo de los profesionales sanitarios –caso de la telemonitorización por un farmacéutico–. Además, cabe prever que también conllevaría un menor coste en recursos sanitarios. Como concluye la doctora Uhlig, “no creo que la conclusión del estudio sea la solución para todo el problema, pero sí que resulta muy prometedora”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘JAMA’?