Bajo el lema ‘Pequeñas picaduras, grandes amenazas’, hoy lunes, 7 de abril, se celebra el Día Mundial de la Salud, una efeméride instituida en 1950 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para celebrar la fecha de su institución –en 1948– y concienciar a la población sobre algún aspecto que, de una manera ciertamente relevante, afecte a la salud colectiva. Así, en la presente edición el Día Mundial está dedicado a las enfermedades transmitidas por vectores –por lo general insectos–, patologías que representan hasta un 17% de la carga mundial por enfermedades infecciosas.

Como recuerda la OMS, «los vectores son animales que transmiten patógenos, entre ellos parásitos, de una persona (o animal) infectada a otra y ocasionan enfermedades graves en el ser humano. Estas enfermedades son más frecuentes en zonas tropicales y subtropicales y en lugares con problemas de acceso al agua potable y al saneamiento».

Entre las mismas cabe destacar la malaria –o paludismo–, que como lamenta la OMS «solo en 2010 causó la muerte de 660.000 personas, la mayoría niños africanos”, y el dengue, “cuya incidencia se ha multiplicado por 30 en los últimos 50 años y constituye la enfermedad transmitida por vectores con mayor crecimiento en el mundo».

El 50% de la población, en riesgo

Como alerta la Organización, «los mosquitos, las moscas, las garrapatas y los caracoles de agua dulce pueden propagar patógenos que provocan enfermedades graves y la muerte». Y si bien algunas de las enfermedades transmitidas por estos vectores, caso de la malaria, el dengue, la leishmaniasis o la fiebre amarilla, se pueden prevenir, «afectan sobre todo a algunas de las personas más pobres del mundo».

De hecho, más la mitad de la población mundial se encuentra en riesgo de contraer alguna de estas enfermedades. Así, y entre otros datos, debe referirse que «el 40% de la población mundial corre el riesgo de contraer el dengue y que cada año se producen 1,3 millones de nuevos casos de leishmaniasis».

Concretamente, como puntualizan los expertos, las principales enfermedades transmitidas por vectores son el dengue, la esquistosomiasis, la filariasis linfática –también conocida como ‘elefantiasis’–, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la fiebre amarilla, la enfermedad de Chagas, la malaria y la tripanosomiasis africana humana –o ‘enfermedad del sueño’.

Mayor prevención y control

El objetivo de la campaña que se inicia con este Día Mundial de la Salud es el de aumentar la concienciación sobre la amenaza que suponen los vectores y las enfermedades vectoriales, así como animar a las familias y a las comunidades a que adopten medidas de protección. Además, apunta la Organización, «como las enfermedades vectoriales empiezan a sobrepasar sus fronteras tradicionales, es necesario que las medidas se amplíen más allá de los países en los que actualmente medran estas enfermedades».

Así, y además de incidir en la necesidad de fomentar la colaboración, tanto a nivel de prevención como de control, entre las autoridades sanitarias de todos los países del mundo, la OMS incide en la importancia de que las personas que conviven en las zonas de riesgo, así como aquellas que viajan a estas regiones, aprendan a protegerse frente a estas enfermedades –por ejemplo, con el uso de mosquiteras para dormir.