El Consejo de Ministros declarará este viernes el Estado de Alarma durante 15 días para contener la expansión del coronavirus. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comunicado esta medida en una declaración institucional.
“Estamos solo en la primera fase del combate contra el virus. Nos esperan semanas muy duras. No cabe descartar que alcancemos los 10.000 afectados la próxima semana”, ha dicho el presidente.
“La declaración del Estado de Alarma permite movilizar al máximo los recursos contra el virus, pero la victoria depende de cada uno de nosotros, el heroísmo consiste también en lavarse las manos y en quedarse en casa. Vamos a parar el virus con responsabilidad y con unidad”, ha insistido Sánchez, quien también ha querido trasladar “un mensaje muy especial a nuestros mayores y a las personas con enfermedades crónicas, que lógicamente debilitan sus defensas: deben protegerse al máximo frente a la infección, evitar a toda costa los contactos y la exposición en espacios públicos”.
El Estado de Alarma permite limitar temporalmente la circulación de personas pero no los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Regulado en el artículo 116 de la Constitución y en la Ley Orgánica 4/1981, este Estado permitiría al Consejo de Ministros adoptar medidas extraordinarias en toda España o en una parte del territorio en varios supuestos, entre los que se encuentran las “epidemias y situaciones de contaminación graves”.
Este Estado, previsto para cuando las circunstancias hagan imposible mantener la normalidad mediante los poderes ordinarios, faculta al Gobierno a poner bajo su mando a todos los funcionarios y empleados públicos, incluidos los cuerpos policiales, de todas las Administraciones e imponerles “servicios extraordinarios por su duración o su naturaleza”.
Declaración íntegra del presidente del Gobierno:
Buenas tardes, estimados compatriotas.
En el día de hoy acabo de comunicar al jefe del Estado la celebración mañana de un Consejo de Ministros extraordinario para decretar el Estado de Alarma en todo nuestro país, en toda España durante los próximos 15 días.
El Estado de Alarma es un instrumento de nuestro Estado de derecho, recogido por nuestra Constitución, para afrontar crisis tan extraordinarias como la que, desgraciadamente, está sufriendo el mundo y también nuestro país.
La emergencia sanitaria y social generada por el coronavirus, conocido como COVID-19, crea circunstancias extraordinarias como las que la ley contempla para dotar al Gobierno de España de recursos legales también extraordinarios.
En la reunión prevista para mañana, el Consejo de Ministros extraordinario adoptará un conjunto de decisiones excepcionales al amparo de la declaración del estado de alarma que se va a decretar mañana. Estas decisiones estarán orientadas a movilizar todos los recursos del conjunto del Estado para proteger mejor la salud de todos los ciudadanos. Recursos económicos, recursos sanitarios, tanto públicos como privados, tanto civiles como también militares para la protección de todos los ciudadanos, en particular de los que resulten más vulnerables frente al virus por su edad o por otros procedimientos previos. Y también para responder a la emergencia social y económica con la máxima agilidad y contundencia.
Queremos la máxima coordinación de recursos, eficiente y garantizada del conjunto de administraciones públicas, y su mejor funcionamiento. El Gobierno de España va a proteger a todos los ciudadanos y va a garantizar las condiciones de vida adecuadas para frenar la pandemia con la menor afectación posible.
Naturalmente me dispongo a dar cuenta de inmediato al Congreso de los Diputados. Ya he informado a la presidenta del Congreso. He trasladado también a las principales fuerzas políticas este decisión. Otro tanto voy a hacer con los presidentes autonómicos con quienes mantendré una conversación telefónica esta misma tarde. A todos ellos y a todas ellas, quiero trasladarles por anticipado mi reconocimiento por el trabajo que vienen haciendo cada uno desde sus instituciones y sus responsabilidades. También mi gratitud por su comprensión ante estas decisiones que se dirigen a combatir una emergencia que amenaza la salud y el bienestar de todos y que no atiende a fronteras ni internas ni externas.
Estamos solo en una primera fase del combate frente al virus que libran todos los países del mundo y, en particular, nuestro continente, Europa. Nos esperan, como dije al principio de la semana, semanas muy duras. Dijimos que vendrían días difíciles y tomamos medidas a la altura de esa dificultad y no cabe descartar que en la próxima semana alcancemos, desgraciadamente, los más de 10.000 afectados.
Todo el esfuerzo de las autoridades sanitarias, tanto internacionales como nacionales y autonómicas, está dirigido a evitar una propagación demasiado rápida del virus para poder así auxiliar a los pacientes que por su edad o por dolencias previas sean más vulnerables y precisen la necesaria atención hospitalaria.
Todos tenemos una tarea y una misión en los próximos días, en las próximas semanas, y no es menor.
La primera línea la forman los profesionales de la salud, nuestro escudo frente al virus. Ellos, con su entrega, con su sacrificio, nos protegen a todos y merecen el reconocimiento y la gratitud de todos.
La misión de las autoridades sanitarias nacionales y autonómicas es también clara: proporcionar a los profesionales los medios para desarrollar su labor y mantener y reforzar la extraordinaria coordinación que han desarrollado en estas últimas semanas.
Quiero también trasladar un mensaje muy especial a nuestros mayores y a las personas con enfermedades crónicas, que lógicamente debilitan sus defensas: deben protegerse al máximo frente a la infección, evitar a toda costa los contactos y la exposición en espacios públicos.
También me gustaría dirigirme a los jóvenes, quienes tienen también una misión decisiva. Es cierto que por su vitalidad pueden sentirse al abrigo de los efectos más severos del virus pero pueden actuar como transmisores a otras personas cercanas mucho más vulnerables. Su colaboración, la colaboración de los jóvenes es decisiva para cortar los contagios y por eso deben limitar los contactos y mantener la distancia social.
Y a todas y a todos, queridos compatriotas, tenemos, por supuesto, un deber personal, que es seguir a rajatabla las indicaciones de los expertos y colaborar unidos para vencer al virus con la máxima responsabilidad y también con la absoluta disciplina social.
Lo he venido diciendo a lo largo de esta semana, haremos desde el Gobierno de España lo que haga falta, cuando haga falta y donde haga falta.
La declaración del Estado de Alarma permite movilizar al máximo los recursos materiales para combatir el virus. Pero también me vais a permitir que haya un recurso fundamental que está más allá de cualquier ley o decreto y al que me gustaría apelar directamente a los compatriotas. La victoria depende de cada uno de nosotros, en nuestro hogar, en nuestra familia, en el trabajo o en nuestro vecindario.
El heroísmo consiste también en lavarse las manos, en quedarse en casa y en protegerse a uno mismo para proteger al conjunto de la ciudadanía. Tardaremos semanas, va a ser muy duro y difícil, pero vamos a parar el virus. Eso es seguro. Con unidad, con responsabilidad y con disciplina social.
Superaremos esta emergencia amparándonos en el consejo de la ciencia y apoyándonos en todos los recursos del Estado. Pero también es seguro que lo conseguiremos antes y con los menores daños humanos, económicos y sociales posibles si lo hacemos unidos y cumpliendo cada cual con nuestro deber. Este virus lo pararemos unidos.
Muchas gracias. Buenas tardes.