Bajo el lema ‘El tabaco rompe corazones’, este jueves, 31 de mayo, se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, una efeméride impulsada desde el año 1987 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de informar y sensibilizar a la población sobre los riesgos para la salud que supone el tabaco y promover políticas eficaces para reducir su consumo.
En la presente edición, el Día Mundial se centrará en el impacto que el tabaco tiene sobre la salud cardiovascular de las personas de todo el mundo. Y es que como recuerda la OMS, “el consumo de tabaco es un factor de riesgo importante para el desarrollo de la enfermedad coronaria, los accidentes cerebrovasculares y la enfermedad vascular periférica. Sin embargo, y a pesar de los devastadores daños del tabaco para la salud cardiaca, hay poco conocimiento general de que el tabaco es una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares”.
Tabaco y ECV
Las enfermedades cardiovasculares, responsables de 17,7 millones de decesos en 2015 en todo el mundo, son la principal causa de mortalidad global. Y en este contexto, el consumo de tabaco y el tabaquismo pasivo contribuyen al 12% de las defunciones por cardiopatías. De hecho, el consumo de tabaco es la segunda causa de desarrollo de enfermedades cardiovasculares tras la hipertensión arterial.
Como alerta la OMS, “la epidemia mundial de tabaco causa cada año más de 7 millones de defunciones, 900.000 de las cuales corresponden a personas no fumadoras que respiran humo de tabaco ajeno. Cerca del 80% de los más de 1.000 millones de fumadores que hay en el mundo residen en países de ingresos medianos y bajos, que son los que soportan la mayor carga de enfermedad relacionada con este producto”.
Por ello, los objetivos marcados por la Organización para la presente edición de la efeméride son poner de relieve la relación entre el consumo de productos de tabaco y las cardiopatías y otras enfermedades cardiovasculares; aumentar la concienciación de la población sobre las consecuencias para la salud cardiovascular del consumo de tabaco y del tabaquismo pasivo; proporcionar al público, los gobiernos y otros destinatarios la posibilidad de comprometerse a promover la salud cardiaca protegiendo a las personas del consumo de productos de tabaco; y animar a los países a reforzar la aplicación de las medidas ‘MPOWER’ acordadas por el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco (CMCT-OMS), cuya eficacia ya ha sido demostrada.
Medidas MPOWER
Las medidas del programa ‘MPOWER’ –acrónimo de los términos en lengua inglesa ‘Monitor’, ‘Protect’, ‘Offer’, ‘Warn’, ‘Enforce’ y ‘Raise’–, tal y como destaca la OMS, “pueden ser de utilidad para que los gobiernos contribuyan a reducir el consumo de tabaco y protejan a sus ciudadanos de las enfermedades no transmisibles”. Concretamente, las medidas contempladas en el programa son:
-‘Monitor’: vigilar el consumo de tabaco y aplicar políticas preventivas.
-‘Protect’: proteger a la población de la exposición al humo del tabaco prohibiendo el consumo de este producto en los espacios públicos cerrados, los lugares de trabajo y los transportes públicos.
-‘Offer’: prestar apoyo para abandonar el hábito tabáquico mediante ayudas generalizadas a todos los fumadores y con cobertura de costes, que incluyan un breve asesoramiento ofrecido por trabajadores sanitarios y líneas telefónicas nacionales de ayuda totalmente gratuitas para el usuario.
-‘Warn’: advertir de los peligros del tabaco utilizando un empaquetado neutro y/o grandes advertencias gráficas sanitarias en todos los paquetes de tabaco, así como llevar a cabo campañas eficaces en los medios de comunicación para advertir a la población de los daños que causa el consumo de este producto y la exposición al humo de tabaco ajeno.
-‘Enforce’: prohibir toda forma de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.
-‘Raise’: aumentar los impuestos a los productos de tabaco y hacer que sean menos asequibles.