Las personas que fuman ponen en riesgo tanto su salud como la de las personas que les rodean. Tal es así que dejar de fumar es una de las mejores medidas que se pueden adoptar para proteger la salud tanto individual como ajena. Y en este contexto, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y publicado en la revista Annals of Internal Medicine muestra que, a la hora de dejar el tabaco, la probabilidad de éxito es mayor cuando se hace radicalmente y en un solo día que cuando se reduce progresivamente el número de cigarrillos.
Como explica la doctora Nicola Lindson-Hawley, directora del estudio, “el hecho de tener que ir reduciendo gradualmente el número de cigarrillos supone un esfuerzo adicional. Sin embargo, la realidad es que, como hemos podido comprobar en nuestro estudio, la gente prefiere la idea de dejar el tabaco gradualmente que hacerlo de forma radical. Pero según nuestros resultados, la probabilidad de éxito es mayor cuando se deja de forma abrupta que de forma gradual”.
Dejar de fumar
En el estudio, los investigadores contaron con la participación de 697 fumadores voluntarios que querían dejar el tabaco y los dividieron en dos grupos: uno de ‘cesación abrupta’, en el que se establecía un día en el que el consumo de cigarrillos se suspendía de forma definitiva; y otro de ‘cesación gradual’, en el que los participantes reducían progresivamente el número de cigarrillos diarios y a lo largo de dos semanas hasta que dejaban de fumar.
En este contexto, es importante tener en cuenta que, como informan los autores, “todos los participantes de ambos grupos recibieron apoyo y asesoramiento y tuvieron acceso a parches de nicotina y terapias sustitutivas de la nicotina, caso de chicles de nicotina”.
Alcanzada la fecha en la que cesó todo consumo de tabaco, los voluntarios recibieron asesoramiento semanal durante un mes en la consulta de sus médicos, en la que se les preguntó sobre sus niveles de ansiedad y se midieron sus niveles de monóxido de carbono exhalado –un parámetro objetivo que permite evaluar si se han consumido o no cigarrillos.
Concluida la fase de asesoramiento, el porcentaje de participantes que había dejado definitivamente en tabaco fue de un 49% en el grupo de ‘cesación abrupta’ y del 39% en el de ‘cesación gradual’. Es decir, la probabilidad de éxito fue un 25% mayor en caso de dejar de fumar de forma radical.
Sea como fuere, concluye la doctora Lindson-Hawley, “en el inicio del estudio observamos que había mucha gente que no se veía capaz de dejar el tabaco de forma radical. Así, y en estos casos, es mejor dejar el tabaco de forma gradual que no hacer nada, y los profesionales tenemos que ofrecerles un mayor apoyo para aumentar sus probabilidades de éxito”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Annals of Internal Medicine’?