La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado un llamamiento al Sistema Nacional de Salud (SNS), exigiendo un aumento urgente en el número de psicólogos y psiquiatras para enfrentar la creciente crisis de salud mental en España. Este reclamo se produce en un contexto en el que los problemas de salud mental afectan a una parte significativa de la población, mientras que los recursos destinados a atender estos problemas son insuficientes. Según datos presentados por la OCU, España se encuentra muy por debajo de la media europea en cuanto al número de especialistas en psicología y psiquiatría disponibles para los ciudadanos.
La OCU destaca que actualmente solo hay 6 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes en España, una cifra alarmante si se compara con los 18 por cada 100.000 que es la media en la Unión Europea. Esto significa que el país dispone de tres veces menos psicólogos que otros países europeos. La situación es similar en el caso de los psiquiatras: España cuenta con solo 9 por cada 100.000 habitantes, frente a los 19 de la media europea, lo que deja al país con la mitad de los especialistas necesarios para una atención adecuada.
Además de solicitar un incremento en el número de profesionales, la OCU también reclama una mayor concienciación social sobre la importancia de la salud mental. La organización propone la creación de campañas informativas para que la población pueda identificar problemas de manera temprana. Estas campañas deberían ser implementadas en colegios, centros de salud, medios de comunicación y redes sociales, en colaboración con organizaciones de la sociedad civil y otras entidades de consumidores.
Una prioridad urgente
La OCU subraya la necesidad de que se considere la salud mental como una parte esencial del bienestar general de las personas, recordando la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que concibe la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo como la ausencia de enfermedades. En este sentido, la OCU reitera que el derecho a la salud mental debe ser considerado un derecho fundamental de todas las personas.
De hecho, otro de los puntos críticos señalados es la falta de información clara y accesible sobre los tiempos de espera para acceder a los servicios especializados de salud mental en el SNS. Actualmente, según la OCU, no se tiene conocimiento preciso de los plazos que deben enfrentar los pacientes para recibir atención especializada en psicología clínica o psiquiatría, lo que dificulta evaluar la eficiencia del sistema en este aspecto.
La organización sugiere que se incorpore la especialidad de psiquiatría en el Sistema de Información de Listas de Espera del SNS, de manera que los usuarios puedan conocer con exactitud los tiempos de espera tanto en centros de salud mental como en hospitales y centros de especialidades. Esta medida permitiría a los pacientes planificar mejor su atención y acceder a un seguimiento más eficaz de su salud mental.
La lucha contra la sobremedicación
La OCU también aboga por un control más riguroso de la prescripción de medicamentos ansiolíticos e hipnóticos, como las benzodiacepinas, que suelen utilizarse para tratar trastornos de ansiedad y problemas de sueño. La organización alerta sobre el riesgo de una medicación excesiva en el tratamiento de la salud mental y propone la implementación de programas de deprescripción en el sistema sanitario.
Por otra parte, se enfatiza la necesidad de dar un enfoque integral que abarque tanto la prevención como la intervención temprana y el seguimiento adecuado de los pacientes. Para ello, considera esencial que se desarrollen estrategias de colaboración entre el SNS y diversas entidades, incluidas las organizaciones de consumidores y la sociedad civil, que permitan una mejor sensibilización sobre la salud mental y ofrezcan soluciones prácticas para mejorar el acceso a los servicios.