El consumo del alcohol se asocia con un incremento significativo del riesgo de desarrollar más de 200 enfermedades. Es el caso, como recoge el ‘Informe sobre la situación mundial del alcohol y la salud en 2014’ elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la cirrosis hepática, de la pancreatitis, de la hipertensión arterial y de distintos tipos de cáncer. Sin embargo, como alerta la Sociedad Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y otras Toxicomanías (Sociodrogalcohol) con motivo de la celebración, este sábado, del Día Mundial Sin Alcohol, en nuestro país todavía existe una baja conciencia sobre el riesgo existente en torno al consumo abusivo de alcohol.

En palabras del profesor Julio Bobes, presidente de Sociodrogalcohol, “teniendo en cuenta que el alcohol es considerada una sustancia tóxica capaz de contribuir a la aparición de múltiples enfermedades sistémicas, es necesario que los usuarios o pacientes reconozcan la toxicidad potencial del alcohol en los diferentes formatos que se consumen y gestionen adecuadamente”.

3,3 millones de muertes anuales

De acuerdo con los datos de la OMS, el consumo de alcohol se sitúa entre las cinco primeras causas de enfermedad, discapacidad y muerte en el mundo. Todo ello sin olvidar las consecuencias socioeconómicas asociadas a su consumo abusivo.

De hecho, el alcohol fue responsable en 2012 de un total de 3,3 millones de muertes en todo el mundo, la tercera parte de las mismas causadas por las enfermedades cardiovasculares y la diabetes provocadas por su consumo.

Concretamente, y partiendo del hecho de que una copa de vino o una caña de cerveza contienen 10 gramos de alcohol puro, la OMS establece el consumo de riesgo entre los 40-60 gramos de alcohol puro al día en el caso de los varones, y en 20-40 gramos en las mujeres. Y como informa Sociodrogalcohol, “superados esos 60 o 40 gramos al día respectivamente, el consumo puede ser perjudicial, es decir, tiene efectos sobre la salud física y/o mental, y puede derivar en dependencia. Sin embargo, la sociedad española sigue sin estar concienciada del riesgo que entraña el consumo nocivo de alcohol”.

Trastorno crónico recurrente

El resultado es que el alcohol se encuentra detrás del 3,3% del total de decesos que se producen en nuestro país.

Como explica el doctor Francisco Pascual, vicepresidente de Sociodrogalcohol, “el consumo de alcohol en nuestro país alcanza cifras muy importantes al estar vinculado al entender lúdico de la cultura mediterránea, de ahí la permisividad y baja percepción del problema. Durante años, los problemas relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas han estado en un segundo plano y se sigue pensando en el concepto vicio de los bebedores que pierden ‘el control’ en lugar de en una enfermedad”.

No en vano, el diagnóstico de la dependencia del alcohol, una enfermedad del sistema nervioso central, crónica, recurrente y con alta comorbilidad, continúa siendo un reto para los profesionales sanitarios dado el estigma asociado a este trastorno, por lo general ocultado por los afectados y su entorno. Todo ello a pesar de que, como recuerda la Sociedad, “si el 40% de pacientes con dependencia del alcohol en España siguieran tratamiento farmacológico, se podrían prevenir en un año el 2,2% de las muertes provocadas por este trastorno en mujeres y el 6,2% en varones”.

Como concluye el doctor Josep Guardia Serecigni, miembro de la junta directiva de Sociodrogalcohol, “el alcoholismo es, entre todas las enfermedades adictivas, la que tiene una mejor respuesta al tratamiento, pero la gran mayoría de personas que sufre alcoholismo no ha seguido un tratamiento especializado”.