El doctor Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes (FEP), ha fallecido en la tarde de hoy en Barcelona a los 51 años de edad a consecuencia de un cáncer.
A través de un comunicado, la FEP ha lamentado “la pérdida irreparable” que supone el fallecimiento de Albert Jovell, a la par que ha defendido que “mantener su legado constituye un compromiso con la labor que el propio Jovell inició en defensa de los derechos de los pacientes y de una medicina más humanizada”.
El funeral tendrá lugar a las 16:00 horas de este miércoles en el Tanatorio de Collserola de Barcelona, ciudad natal de este médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y doctor en Salud Pública por la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y en Sociología por la Universidad de Barcelona (UB).
Una vida dedicada a la medicina y a los pacientes
Fundador y presidente de la FEP, el doctor Albert Jovell ha sido presidente de la Asociación de Pacientes con Tumores Raros de España (APTURE), miembro de Somos Pacientes, así como vicepresidente el Consejo Consultivo de Pacientes de Cataluña, miembro de la Junta de Gobierno de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC), miembro del Consejo de Administración del Instituto Catalán de la Salud (ICS), miembro del Consejo de Administración del Instituto Catalán de Oncología (ICO), miembro del Consell de la Profesión Médica y Académico Correspondiente de la Real Academia de Ciencias Médicas de Cataluña.
Asimismo, fue fundador de la Universidad de los Pacientes y director general de la Fundació Josep Laporte, y entre los años 1999 y 2012 ejerció como profesor asociado de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
Es más; el doctor Jovell es autor de más de 200 artículos científicos y periodísticos y ha publicado seis libros: ‘Analisis de regresión logística’, ‘Liderazgo afectivo’, ‘La confianza’, ‘Cáncer: Biografía de una supervivencia’, ‘El médico social’ y ‘Te puede pasar a ti’.
En enero de 2012, Jovell ofreció una entrevista a Somos Pacientes en la que aseguraba que “el paciente tiene que participar en el diseño de las políticas sanitarias”. “Es inadmisible que se diga que el paciente es el centro del sistema sanitario y que cuando se tomen decisiones que le afectan no se tenga en cuenta su opinión. En una sociedad democrática, el paciente tiene que estar allí donde se tomen decisiones, allí donde se decida el diseño de las políticas sanitarias”, aseguraba entonces y reivindicaba con vehemencia y convicción la figura del paciente como eje del sistema.