- En España hay más de 800.000 personas anticoaguladas
- Se trata de una tarjeta única bajo el lema “Estoy anticoagulado” en los tres idiomas más hablados a nivel mundial: español, inglés y chino
- Esta iniciativa surge ante la evidencia de la necesidad de que estos pacientes se identifiquen como tales ante una emergencia médica y, en general, ante un profesional sanitario
- De los casi 300.000 pacientes que acuden con fibrilación a urgencias cada año prácticamente la mitad de ellos están anticoagulados
- Es muy importante que los profesionales sanitarios que atienden pacientes anticoagulados dispongan de la información necesaria, evitando así situaciones de riesgo
Madrid, 13 de diciembre de 2012.- En España hay más de 800.000 personas anticoaguladas. Se trata de pacientes que son más vulnerables ante una emergencia médica o una intervención quirúrgica. En este sentido, la terapia anticoagulante previene a estas personas de sufrir una trombosis o una embolia.
Cada vez es más importante que los pacientes anticoagulados se identifiquen como tales ante una emergencia médica y, en general, ante un profesional sanitario. Por ello, la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN), que representa a más de 6.000 pacientes, ha creado una tarjeta identificativa nacional y única bajo el lema “Estoy anticoagulado” en los tres idiomas más hablados a nivel mundial: español, inglés y chino. Desde diciembre se repartirán 20.000 tarjetas y se irán realizando más ediciones conforme se vayan agotando.
Según Luciano Arochena, presidente de FEASAN, “hay situaciones en las que no podemos verbalizar nuestra situación de paciente anticoagulado, porque estamos en otro país y no conocemos el idioma o porque hemos sufrido un traumatismo con pérdida del conocimiento”.
Esta tarjeta se ha creado como una herramienta necesaria para la prevención de complicaciones y para contribuir a la seguridad del paciente, siendo de gran utilidad para identificarse como paciente por ejemplo cuando se viaje a otro país y se necesite atención sanitaria, ante una emergencia de salud en la que no es posible comunicarse, como en caso de pérdida de conocimiento, o ante otro especialista médico no relacionado con la anticoagulación.
En este sentido, Arochena explica que “otro de los objetivos que perseguimos con esta iniciativa es concienciar a los propios pacientes de la importancia de comunicar su condición de paciente anticoagulado ante un profesional sanitario, responsabilizándose de su propia salud y reduciendo los riesgos”.
Para los profesionales sanitarios es primordial que tanto las personas en terapia anticoagulante como sus familiares informen de la situación ante posibles situaciones de urgencia. Según el Dr. Alfonso Martín, Coordinador del Grupo de Arritmias Cardiacas de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), “es clave que el médico conozca este dato para ganar tiempo en momentos de urgencia y sobre todo, porque la situación de anticoagulación puede ser decisiva a la hora de evaluar y tomar decisiones”.
“De los casi 300.00 pacientes con fibrilación auricular que acuden a urgencias cada año, 140.000 de ellos están anticoagulados”, apunta el Dr. Martín. “A este gran grupo de pacientes hay que añadir aquellos anticoagulados por enfermedad tromboembólica arterial y por valvulopatía cardiaca, que utiliza los servicios de urgencias como fuente de atención médica ante cualquier complicación hemorrágica y a menudo ante problemas del control de la anticoagulación o la realización de exploraciones invasivas médicas”, añade.
En este sentido y según este experto, “la anticoagulación puede explicar alteraciones analíticas y en la exploración pero, sobre todo, es importante que estos pacientes estén identificados porque los anticoagulantes pueden producir hemorragias, que tienen un origen, diagnóstico y tratamiento diferentes a las hemorragias de otra causa, incluso cuando se producen en el mismo órgano”.
Proceso médico más ágil
Poder identificar al paciente rápidamente facilita las prescripciones de fármacos, y que a la hora de iniciar nuevos tratamientos no haya interacciones. Además, “antes de realizar determinadas pruebas diagnósticas (endoscopias, cateterismos, etc.) o intervenciones (dentales, embarazos…) es imprescindible conocer si se está anticoagulado, para corregir el estado si es necesario y/o tomar las precauciones necesarias”, subraya el Dr. Martín.
Por otro lado, la Dra. María Ángeles Fernández, especialista en Hematología y Hemoterapia y asesora científica de FEASAN, considera que se trata de una iniciativa que va a mejorar la situación de los pacientes anticoagulados sobre todo en determinadas situaciones “como la decisión de realizar o no un TAC, que puede ser vital para este tipo de pacientes, en el caso de caídas con traumatismo craneal o de accidente de tráfico con traumatismo torácico”, sostiene.
Terapia anticoagulante: Involucración de todos los especialistas.
La terapia anticoagulante está indicada para todos aquellos pacientes que, debido a una situación clínica determinada, poseen mayor riesgo de sufrir una trombosis o una embolia.
La Dra. Fernández explica que “se trata de una terapia preventiva, pero no curativa, y su utilización es preceptiva en los pacientes portadores de válvulas cardiacas artificiales para que no se forme un trombo que pueda bloquear su funcionamiento”.
La modificación de la coagulación de la sangre en estos pacientes ha de mantenerse en el tiempo, tanto como permanezca la enfermedad o situación causante del riesgo tromboembólico.
La educación del paciente anticoagulado es clave para que este tratamiento cumpla el objetivo terapéutico, es decir, evitar los accidentes tromboembólicos o disminuir sus secuelas en el caso de que aparecieran. Sin embargo, según la Dra. Fernández, “el paciente anticoagulado sigue siendo vulnerable si el médico de Atención Primaria y los otros especialistas que lo tratan por sus otras patologías, crónicas (diabetes, hipertensión, cáncer, otras cardiopatías…) o agudas (infecciones, gripes, dolores en general…) pasan por alto su situación de anticoagulado”. Por eso, la Dra. Fernández, hace hincapié en que “es muy importante que los profesionales sanitarios que atienden pacientes anticoagulados dispongan de la información necesaria evitando así situaciones de riesgo”.
Por último y con la finalidad de que el tratamiento tenga la mayor eficacia posible sin causar daños colaterales, la Dra. Fernández afirma que “es importante que el paciente entienda por qué se toma un fármaco, qué se quiere conseguir con ello, por qué se debe ser regular en la toma de los medicamentos y cuales son los tratamientos que no se pueden mezclar con los anticoagulantes”.
Todas las personas interesadas pueden solicitar su tarjeta en su asociación más cercana, directamente a FEASAN por teléfono (963 525 577) o a través de un formulario en la web de FEASAN:
http://www.anticoagulados.info/estoy_anticoagulado.html
La tarjeta se enviará a su domicilio contra reembolso.
Asimismo, y de forma progresiva, la tarjeta estará disponible también en centros de salud y oficinas de farmacia.