A pocos meses de la cita con las urnas, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas – FIAPAS reclama, una vez más, al Gobierno y a las principales formaciones políticas, que dispongan de los recursos necesarios para que las personas con sordera puedan participar en todo el proceso electoral.  

Madrid, 5 de abril de 2023. De cara a las próximas elecciones, para las personas con sordera es necesario acceder a la información (mítines y actos electorales, vídeos de campaña, debates televisados, etc.) y participar en la votación o como miembro de la mesa electoral en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía. Por ello, FIAPAS ha elaborado un documento que contiene distintas medidas de apoyo a la accesibilidad auditiva, a la información y a la comunicación para que se tengan en cuenta durante todo el proceso electoral.   

Este documento ha sido trasladado a los responsables de campaña de los principales partidos políticos de ámbito estatal. Asimismo, el Movimiento Asociativo de Familias FIAPAS lo ha hecho llegar, en el ámbito de las respectivas comunidades, a las distintas formaciones políticas sin representación nacional. 

Sin subtitulado y bucle, no hay igualdad ni accesibilidad 
En el caso de las personas con sordera que son usuarias de prótesis auditivas y comunican en lengua oral es necesario que los espacios en los que se desarrollen actos -ya sean mítines o las propias votaciones en los colegios electorales- cuenten con los medios de apoyo a la audición y a la comunicación oral como el bucle magnético y/o el subtitulado en directo.
De esta manera, un número importante del electorado que son personas con discapacidad auditiva1 podrá estar informado de las propuestas de las distintas formaciones políticas y  ejercer el derecho de sufragio en igualdad de condiciones que el resto de las personas durante las próximas elecciones municipales y autonómicas (mayo 2023).
Por el contrario, la ausencia de estos medios discrimina de forma flagrante a esta población que se ve ignorada por los partidos políticos, cita tras cita electoral, obviando su condición de electores como el resto de ciudadanía.