Antes de que acabara 2010, Andrea ya hacía días que asistía a la guardería. Martina lo hizo más tarde debido a su recuperación. Una vez incorporadas las dos, fue cuando dimos por cerrado el primer capítulo. Teníamos a nuestras pequeñas haciendo las cosas que deben hacer los niños de su edad y nosotros pudimos seguir con nuestra rutina diaria.

Inmersos ya en cierta normalidad, un día observamos que a Martina le apareció una muy pequeña protuberancia en la punta de su pulgar derecho, esto nos hizo acudir a que la viera su cirujana. Conclusión…, la aguja parece que se ha movido y pretende salir. Pocos días pasaron cuando la aguja empezó a asomar, abriendo de tal forma una vía de infección la cual no tardó en llegar. Antibióticos, vigilancia y en unas semanas verán que hacer.