En el caso del consumo de tabaco, no existe ningún ‘riesgo cero’. No en vano, fumar un único cigarrillo diario conlleva un riesgo muy superior para la salud de lo que hasta hace poco se pensaba. Cuando menos en los que respecta a la salud cardio y cerebrovascular. De hecho, este único cigarrillo ya acapara la mitad del incremento del riesgo de enfermedad cardiovascular e ictus que conlleva fumar una cajetilla diaria. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Colegio Universitario de Londres (Reino Unido) y publicado en la revista The BMJ.

En palabras del doctor Allan Hackshaw, director del estudio, “nuestros hallazgos muestran que un gran porcentaje del riesgo de enfermedad cardiovascular e ictus deriva del hecho de fumar un único par de cigarrillos al día. Un resultado que probablemente será sorprendente para mucha gente. Sin embargo, hay mecanismos biológicos que ayudan a explicar este riesgo tan elevado como inesperado asociado con un nivel bajo de tabaquismo”.

Sin ‘riesgo cero’

Las enfermedades cardiovasculares son responsables de hasta un 48% de todas las muertes prematuras asociadas al consumo de tabaco. Así, y con objeto de estimar los riesgos relativos de enfermedad cardiovascular e ictus asociados al consumo de uno, cinco y 20 cigarrillos diarios, los autores analizaron los resultados alcanzados en 55 ensayos clínicos.

Los resultados de esta revisión o ‘metanálisis’ mostraron que los varones que fuman un cigarrillo al día presentan hasta el 46% del incremento del riesgo de enfermedad cardiovascular y el 41% del aumento de la probabilidad de ictus atribuibles al consumo de una cajetilla diaria. Es decir, el riesgo asociado a este este único cigarrillo supone prácticamente la mitad del que conlleva fumar un paquete, y no el 5% que otrora se creía.

Por su parte, las mujeres que fuman un único cigarrillo al día presentan el 31% del incremento del riesgo de enfermedad cardiovascular y hasta el 34% del aumento de la probabilidad de ictus atribuibles al consumo de un paquete diario.

Como concluye el doctor Hackshaw, “no hay ningún nivel seguro de consumo de tabaco en lo que respecta a la enfermedad cardiovascular. Por tanto, y en lugar de tratar de reducir la cifra de cigarrillos, los fumadores deben directamente dejar de fumar y, en caso de requerirlo, recurrir a las herramientas de apoyo para la cesación tabáquica con objeto de reducir su riesgo de enfermedad coronaria e ictus”.

– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘The BMJ’?

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