La investigación científica es un proceso meticuloso y prolongado, es decir, necesita unos determinados tiempos para producir resultados eficaces y seguros. Los descubrimientos deben pasar por diversas etapas de desarrollo, desde la fase inicial de laboratorio hasta los ensayos clínicos y, finalmente, su implementación en tratamientos prácticos. Sin embargo, para ciertas personas, como es el caso de aquellas que padecen cáncer de mama metastásico, el tiempo es un recurso extremadamente escaso y preciado. Así, la rapidez en el desarrollo y acceso de las innovaciones terapéuticas pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

“Por la tipología de nuestra enfermedad, dependemos de los nuevos tratamientos y de los nuevos avances, de los nuevos fármacos que se vayan desarrollando”, asegura Gema Rodríguez Recio, vicepresidenta de la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico (AECMM), en este vídeo para SOMOS PACIENTES. Y reconoce: “Es verdad que en España se hace mucha investigación sobre cáncer de mama, pero la investigación de la metástasis está más restringida, más limitada”.

Con el objetivo de revertir esta realidad, una de las principales actividades de la AECMM es apoyar a la investigación. Y a ello dedican la mayor parte de sus recursos económicos. “Como asociación, nuestros principales pilares son: informar y apoyar a las pacientes, dar más visibilidad a esta enfermedad y a la diferente realidad que viven las pacientes con cáncer de mama metastásico, pero lo primordial es apoyar la investigación. Y, sobre todo, fomentar que esta investigación llegue en forma de innovación en pruebas, tratamientos y mejoras asistenciales de forma ágil y con equidad a todos los pacientes”, concluye.