La práctica regular de ejercicio físico se asocia con una reducción del 7% de desarrollar cáncer en general. Un ejercicio que, además, conlleva una disminución muy significativa del riesgo de aparición de hasta 13 de las enfermedades oncológicas más comunes. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de Estados Unidos y publicado en la revista JAMA Internal Medicine.
Como explica el doctor Steven C. Moore, director del estudio, “nuestros hallazgos apoyan la promoción del ejercicio físico como un componente clave de los esfuerzos de prevención y control del cáncer en toda la población”.
13 tipos de cáncer
En el estudio, los autores analizaron los resultados de 12 ensayos clínicos realizados entre los años 1987 y 2004 y en los que se registraron los niveles de actividad física de más de 1,4 millones de participantes.
En los 11 años de seguimiento promedio de los estudios se diagnosticaron un total de 186.932 casos de cáncer. Así, y una vez analizados en su conjunto los datos sobre los niveles de ejercicio físico y las tasas de incidencia de 26 tipos distintos de tumores, los resultados mostraron que, frente al sedentarismo, los mayores niveles de ejercicio físico se asocian con una disminución del 7% del riesgo de desarrollar cáncer en general.
Un beneficio, además, que resulta independiente de otros factores de riesgo, caso del exceso de peso y del tabaquismo.
Asimismo, los resultados también constataron que la práctica habitual de ejercicio se asocia con una reducción significativa de la probabilidad de aparición de 13 tipos de cáncer, estableciéndose la disminución del riesgo en un 42% en el adenocarcinoma esofágico; en un 27% en el cáncer de hígado; en un 26% en el de pulmón; en un 23% en los tumores renales; en un 22% en el cáncer de estómago; en un 21% en el de endometrio; en un 20% en la leucemia mieloide; en un 17% en el mieloma múltiple; en un 16% en el cáncer de colon; en un 15% en el de cabeza y cuello; en un 13% en los tumores en el tracto rectal; en un 13% en el cáncer de vejiga; y en un 10% en el de mama.
Por el contrario, un mayor nivel de ejercicio físico se asoció con un aumento de un 5% del riesgo de cáncer de próstata y de un 27% de melanoma –si bien únicamente en regiones muy soleadas y, por tanto con niveles elevados de radiación ultravioleta.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘JAMA Internal Medicine’?
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