La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), miembro de Somos Pacientes, y la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) han solicitado una mayor información sobre las posibilidades de reconstrucción mamaria para las mujeres con cáncer de mama que se han sometido o van a someterse a una mastectomía para que, asesoradas por sus médicos, puedan optar por la opción más indicada en cada caso.
Cada año se diagnostican en nuestro país en torno a 25.000 nuevos casos de cáncer de mama. Y como explica la SECPRE, “si bien algo más del 64% de los casos –en torno a 16.000 mujeres– acaban en una mastectomía, solo el 30% de estas mujeres –unas 4.800– son operadas para la reconstrucción mamaria. Y de ellas, únicamente el 40% –unas 1.920 mujeres– de forma inmediata, es decir, en la misma intervención en la que se les extirpan las mamas”.
La razón por la que solo un limitado porcentaje de mujeres opta por una reconstrucción mamaria obedece, como indica la SECPRE, “a que solo el 60% son informadas sobre la opción de la reconstrucción, pese a que esta técnica se encuentra incluida mayoritariamente en los protocolos de actuación de los hospitales para el tratamiento del cáncer de mama. Por otro lado, las listas de espera disuaden en ocasiones a las pacientes de optar por una reconstrucción que se retrasará demasiado en el tiempo”.
Reconstrucción mamaria
A día de hoy, las mujeres sometidas a una mastectomía cuentan con tres opciones: no reconstrucción, reconstrucción diferida, y reconstrucción inmediata. Y como recuerda la AECC, “la primera suele presentarse en pacientes que toman la decisión personal de no reconstruirse las mamas o en mujeres cuyos médicos desestiman tal posibilidad por tratarse de tumores avanzados o por conllevar su tratamiento algún coadyuvante, como la quimioterapia o la radioterapia”.
Por su parte, la reconstrucción diferida es elegida por aquellas mujeres que no desean más intervenciones que la estrictamente necesaria para tratar su enfermedad –es decir, la mastectomía–, que requieren de técnicas complejas de reconstrucción o que presentan problemas médicos asociados –caso de obesidad o hipertensión arterial graves.
Finalmente, la técnica de reconstrucción inmediata es, como destaca la SECPRE, “la más adecuada para las mujeres que no presenten complicaciones como las citadas, afortunadamente la mayoría”. Y es que como apunta la doctora Marta García Redondo, secretaria general de la Sociedad, “al efectuarse la mastectomía y la reconstrucción en el transcurso de una misma intervención, ésta resulta menos agresiva desde el punto de vista quirúrgico, a lo que se añaden unos beneficios psicológicos y de autoestima evidentes, ya que las pacientes no se ven en ningún momento sin la mama o mamas extirpadas, lo que contribuye a su recuperación y posterior seguimiento”.
Sea como fuere, como concluye Patrizia Bressanello, psicóloga de la AECC, “lo más importante es que la mujer diagnosticada de cáncer de mama disponga de información rigurosa sobre los tratamientos más adecuados a su caso, incluidas las opciones para una reconstrucción mamaria, con el fin de que pueda participar activamente en el proceso de tratamiento. En los casos en los que esté recomendado, la mujer debe tener la posibilidad de ser reconstruida en la misma intervención quirúrgica en la que se le realiza la mastectomía, lo que ayudaría a reducir el impacto negativo de este tipo de intervención y a mejorar la calidad de vida de la paciente”.
– A día de hoy, 21 asociaciones de pacientes dedicadas al cáncer de mama son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?