La atención primaria, pilar en la gestión de la cronicidad según el VII Barómetro EsCrónicos

El médico de atención primaria ha sido reconocido como el profesional mejor valorado por los pacientes crónicos, según el VII Barómetro EsCrónicos. Este informe, elaborado por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) y presentado en el Congreso de los Diputados, refleja avances en la percepción del sistema sanitario, aunque se mantienen retos significativos en servicios como las urgencias.

El documento analiza la percepción de las personas con enfermedades crónicas sobre su estado de salud, la atención sanitaria recibida y el funcionamiento del sistema sanitario público. En esta edición, se observa una recuperación en las valoraciones positivas respecto a años anteriores tras el impacto de la pandemia.

Por ejemplo, el 82% de los pacientes valoraron de manera positiva las consultas en atención primaria, destacando su rol esencial en la gestión de la cronicidad. Esta cifra contrasta con el 43% registrado en 2022, marcando una notable mejora. Por su parte, la atención hospitalaria experimenta un crecimiento moderado en valoraciones positivas, alcanzando un 61%, aunque sin recuperar los niveles más altos registrados antes de 2019.

Finalmente, las urgencias se mantienen como el punto débil del sistema, con solo un 35% de valoraciones favorables, lo que resalta la necesidad de una transformación estructural en este servicio.

Aunque las puntuaciones siguen por debajo de los niveles previos a la pandemia, la satisfacción con el sistema sanitario ha mejorado. Este año, la media es de 5,2 sobre 10, en comparación con el 4,9 registrado en 2022. A pesar de ello, esta cifra está lejos de los valores superiores a 6 alcanzados entre 2015 y 2017.

El informe también señala que la percepción del estado de salud de las personas con enfermedades crónicas sigue siendo preocupante. En 2024, el 33% de los encuestados considera su salud como «mala» o «muy mala», una mejora frente al 38% de 2022, pero aún muy lejos del 16% reportado en 2017. Estos datos reflejan el impacto prolongado de la pandemia y la necesidad de estrategias que prioricen el bienestar integral de los pacientes.

EsCrónicos destaca también diferencias significativas por género en la percepción de la atención sanitaria. Las mujeres tienden a valorar de una forma más positiva, con una media de satisfacción de 6,03 en comparación con el 4,43 de los hombres. También muestran una mejor percepción de los servicios de urgencias. Por otra parte, ellos evalúan de forma más favorable la atención hospitalaria.

Estas disparidades pueden estar influenciadas por factores sociales y de salud, como una mayor prevalencia de enfermedades crónicas entre las mujeres, así como su rol predominante como cuidadoras.

Ante los desafíos identificados, la POP propone una serie de acciones concretas. En primer lugar, fortalecer la atención primaria y mejorar la coordinación con la atención especializada para optimizar el manejo de la cronicidad, con herramientas como historiales clínicos compartidos y plataformas digitales. Por otro lado, sus portavoces creen que sería positivo fomentar el autocuidado y empoderamiento del paciente, con programas educativos y recursos digitales para involucrar activamente a los pacientes en la gestión de su salud.

Al mismo tiempo, se reclama mayor apoyo psicosocial y psicológico como parte esencial de la atención integral, especialmente para abordar el impacto emocional de las enfermedades crónicas. También mejorar las urgencias y establecer protocolos específicos para pacientes crónicos que agilicen la atención en situaciones de emergencia.

Finalmente, se recomienda desarrollar indicadores claros para medir la efectividad del sistema en el manejo de enfermedades crónicas, promoviendo la rendición de cuentas. Y darle un mayor protagonismo de las asociaciones de pacientes, involucrarlas activamente en la toma de decisiones de políticas públicas y en la formación de los profesionales sanitarios.