El seguimiento de una dieta mediterránea se asocia con numerosos beneficios para la salud, caso entre otros de una reducción del riesgo de cáncer de mama, de una diminución de la presentación de diabetes tipo 2 o, incluso, de una mayor esperanza de vida. Y como muestra un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Mario Negri de Investigación Farmacológica en Milán (Italia) y publicado en la revista British Journal of Cancer (BJC), la dieta mediterránea también conlleva un menor riesgo, hasta un 57% inferior, de cáncer de endometrio.
En palabras de la doctora Cristina Bosetti, directora de la investigación, “nuestro resultados aportan evidencia sobre el papel beneficioso de la dieta mediterránea sobre el riesgo de cáncer de endometrio, sugiriendo un efecto favorable de la combinación de alimentos ricos en antioxidantes, fibra, fitoquímicos y ácidos grasos insaturados”.
Menor riesgo de cáncer de endometrio
Para llevar a cabo la investigación, los autores revisaron los datos de tres estudios llevados a cabo en Italia y Suiza entre los años 1983 y 2006 con la participación de 1.411 mujeres con diagnóstico de cáncer de endometrio y 3.668 sujetos control.
Concretamente, los investigadores analizaron la adherencia de los participantes a 9 componentes característicos de la dieta mediterránea: alta ingesta de vegetales, frutas/nueces, cereales, legumbres y pescado; bajo consumo de carnes y lácteos; consumo moderado de alcohol; y alta ingesta de ácidos grasos mono o poliinsaturados.
Los resultados mostraron que, frente a aquellas que se adherían a 0-3 componentes de la dieta mediterránea, las mujeres con una alimentación que comprendía entre 7 y 9 componentes tenían un riesgo hasta un 57% menor de desarrollar cáncer de endometrio. Un riesgo, por su parte, que se redujo en un 46% en el caso de las mujeres adheridas a 6 de los componentes de la dieta mediterránea y en un 34% en aquellas cuya alimentación comprendía 5 componentes.
Como concluye la doctora Bosetti, “el riesgo de cáncer se ve afectado por nuestra edad y nuestros genes, pero un estilo de vida saludable también puede desempeñar un papel en la reducción del riesgo de algunos tipos de cáncer. No fumar, mantener un peso saludable, la actividad física, comer de forma saludable y reducir el consumo de alcohol ayuda a reducir las probabilidades”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘British Journal of Cancer’?
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